Várices Várices
Llame al 9-1-1 si ve cualquier tipo de sangrado de una várice. Es una emergencia médica.
Las várices, también llamadas venas varicosas o varices, son venas hinchadas y retorcidas que se encuentran justo debajo de la piel. Habitualmente se producen en las piernas.
En ocasiones, se forman várices en otras partes del cuerpo. Las hemorroides, por ejemplo, son un tipo de várices que se producen en el recto. Las telangiectasias, o arañas vasculares, son otro tipo de problema venoso que afecta a los vasos sanguíneos más pequeños. Los varicoceles son venas hinchadas que aparecen en el escroto. Este artículo se centra en las várices que se forman en las piernas.
¿Cuáles son los síntomas?
Las várices pueden causar, entre otros, los siguientes síntomas:
- venas azuladas y abultadas
- molestias por picazón o ardor alrededor de las venas
- cambios de coloración en la piel alrededor de las venas
- hinchazón en las piernas
- dolor sordo y persistente en las piernas
- sensación de pesadez en las piernas y los pies
- calambres nocturnos en las piernas
En ocasiones, las várices pueden limitar su actividad. Los síntomas pueden empeorar al permanecer sentado o de pie durante períodos prolongados, y pueden mejorar cuando se acuesta o eleva los pies.
Hable con un proveedor de atención médica si cree que tiene várices. Recibir tratamiento temprano puede evitar que las várices empeoren y ayuda a prevenir complicaciones, como sangrado y úlceras. Las úlceras son llagas abiertas que no cicatrizan bien y que pueden infectarse o provocar otros problemas. Llame a su proveedor de inmediato si las várices empeoran de repente o si observa sangrado o una llaga.
¿Cómo se diagnostican las várices?
Para diagnosticar las várices, su proveedor de atención médica le hará un examen físico, o chequeo, y le preguntará sobre sus síntomas, antecedentes familiares, nivel de actividad y estilo de vida.
Es posible que su proveedor también le realice un estudio por imágenes como una ecografía dúplex (DUS, por sus siglas en inglés). Este método no invasivo utiliza ondas sonoras para evaluar el flujo de sangre en los vasos sanguíneos de las piernas. Es habitual que los proveedores le recomienden una ecografía dúplex para diagnosticarle várices.
¿Cuáles son las causas de las várices?
Las várices son una afección común provocada por paredes y válvulas venosas débiles o dañadas. Las venas tienen válvulas unidireccionales en su interior que se abren y cierran para que la sangre siga fluyendo hacia el corazón. Las válvulas y paredes venosas débiles o dañadas pueden hacer que la sangre se acumule o incluso que fluya en dirección contraria. Esto se llama reflujo. Las venas pueden aumentar de tamaño y deformarse, lo que provoca la aparición de várices. Aprenda más acerca de cómo funciona el corazón y cómo fluye la sangre desde y hacia el corazón.
Se pueden formar várices por cualquier aumento de presión dentro de las venas. Esto puede ocurrir por la edad, por un embarazo, por sobrepeso y obesidad, por permanecer sentado o de pie durante períodos prolongados o por un estilo de vida inactivo. El riesgo puede ser mayor si tiene antecedentes familiares de várices.
¿Cómo se tratan las várices?
Según la gravedad de los síntomas, su proveedor de atención médica podría recomendarle una combinación de tratamientos y medidas preventivas. Tenga presente que pueden formarse várices nuevas incluso después del tratamiento y que es posible que necesite recibir tratamiento más de una vez.
El objetivo de recibir tratamiento es aliviar los síntomas, evitar que las várices empeoren, mejorar el aspecto y prevenir complicaciones graves, como las úlceras y el sangrado. Algunos de los cambios en el estilo de vida que pueden ser de ayuda para las várices también podrían reducir su probabilidad de tener trombosis venosa profunda y otros problemas médicos.
Para una persona que está embarazada, el proveedor quizás recomiende terapia compresiva y analgésicos (medicamentos para el dolor) para aliviar síntomas de las várices como el dolor o la pesadez en las piernas.
Cambios en el estilo de vida
Es posible que su proveedor de atención médica le recomiende adoptar cambios saludables en el estilo de vida para aliviar sus síntomas o impedir que las várices empeoren.
- Trate de mantener un peso saludable. Eso puede mejorar la circulación y disminuir la presión en las venas.
- Manténgase físicamente activo para ayudar a que la sangre circule por las venas. Caminar y hacer ejercicio físico hace que los músculos de la parte inferior de las piernas se contraigan, lo que puede ayudar a que la sangre regrese al corazón y no se acumule en las venas de las piernas. Sin embargo, el ejercicio vigoroso, especialmente si implica levantamiento de peso, podría empeorar las várices. Antes de comenzar un programa de ejercicio, pregúntele a su proveedor qué nivel de actividad física es el adecuado para usted.
- Evite permanecer de pie o sentado durante períodos prolongados. Cuando esté sentado, eleve los pies para ayudar a reducir la presión en las venas de las piernas. Acostarse con los pies elevados por encima del nivel del corazón durante unos minutos, varias veces al día, también puede reducir la presión en las venas y ayudar a que la sangre regrese al corazón. Si tiene que pasar mucho tiempo de pie o sentado, trate de cambiar de posición a menudo para ayudar a la circulación de la sangre.
- Evite los tacos altos o el calzado que limite el movimiento de los tobillos. Algunos tipos de calzados pueden afectar a la circulación en las venas de las piernas. Si algún calzado empeora sus síntomas, trate de usar ese calzado menos a menudo.
- Deje de fumar. El daño a las venas provocado por el tabaquismo puede aumentar su riesgo de tener várices.
Intervenciones
Es posible que su proveedor de atención médica le realice una ecografía dúplex u otras pruebas para ver cómo están funcionando sus venas y quizás use ecografía como guía durante una intervención. El objetivo de los tratamientos en la siguiente lista es bloquear o destruir la várice que deja que la sangre se acumule. Esto permite que otras venas asuman su trabajo. La mayoría de las intervenciones para las várices son mínimamente invasivas y no requieren una recuperación prolongada. Su proveedor quizás le recomiende que evite permanecer al sol o que use protector solar con factor 30 o más después de algunas intervenciones para prevenir cicatrices o cambios en la piel.
- tromboembolismo venoso y quemaduras en la piel. térmica endovenosa para cerrar una várice. Su proveedor utiliza energía láser o de radiofrecuencia para aumentar la temperatura en el interior de la vena y cerrarla. Esta intervención habitualmente se realiza en un centro de salud, y se utiliza ecografía para guiar el tratamiento. El proveedor endormece la zona alrededor de la vena para que no sienta dolor durante la intervención. Es común que presente moretones, dolor y cambios en la coloración de la piel después de recibir el tratamiento. Es raro tener complicaciones más graves, como entumecimiento,
- Escleroterapia para sellar una várice. Su proveedor inyecta sustancias químicas líquidas o en forma de espuma en la vena para crear un tapón que la deja sellada. Esta intervención puede realizarse en un centro de salud guiada por ecografía. La escleroterapia líquida se utiliza más a menudo para las arañas vasculares. La escleroterapia con espuma puede causar complicaciones, incluyendo cambios en la coloración de la piel y, en raras ocasiones, tromboembolismo venoso, daño en los nervios, reacción alérgica grave o accidente cerebrovascular. Algunas personas pueden tener problemas temporales en la vista, dolores de cabeza o confusión mental después de esta intervención.
- Flebectomía para extraer várices pequeñas. El proveedor realiza pequeños cortes para extraer venas pequeñas cerca de la piel. Esta intervención puede usarse como complemento durante la ablación endovenosa o la cirugía abierta para potenciar el efecto del tratamiento.
- Cirugía para extraer várices graves. Para venas más grandes y profundas, su proveedor podría anudar y extraer las várices mediante una intervención llamada extirpación venosa con ligadura. A menudo, se puede realizar la cirugía sin necesidad de pasar la noche en el hospital, pero es posible que necesite medicamentos para sedarle y que no esté despierto durante la operación. La cirugía puede ser más dolorosa y requerir más tiempo de recuperación que otras intervenciones, pero lo que suele recomendarse solo a personas que no pueden optar por una intervención menos invasiva para sellar u ocluir la várice. Esta cirugía puede causar complicaciones, incluyendo infección, daño en los nervios, moretones, dolor y cambios en la coloración de la piel. Es raro tener complicaciones más graves.
Terapia compresiva
Es posible que su proveedor de atención médica le recomiende terapia compresiva sola o, más probablemente, después de una intervención para extraer o sellar várices. La terapia compresiva consiste en el uso de medias elásticas especiales o vendas compresivas que aplican una presión moderada en las piernas para ayudar a prevenir la hinchazón.
Para algunas personas, especialmente para las que deben permanecer sentadas o de pie durante largos períodos, la compresión puede ayudar a aliviar síntomas como el dolor, la hinchazón y la pesadez en las piernas. Para personas que están embarazadas, el proveedor quizás recomiende medias o calzas de compresión.
La terapia compresiva solo alivia los síntomas. Actualmente, la mayoría de los proveedores recomiendan intervenciones para corregir el problema de reflujo que da lugar a las várices. Después de una intervención para extraer o sellar sus várices, su proveedor probablemente le recomiende usar medias compresivas durante al menos una semana. Las medias de compresión también podrían ayudar con la cicatrización de úlceras o llagas que surgen en las piernas como complicación de las várices. Dado que los problemas venosos son de larga duración, es posible que su proveedor sugiera que continúe usando medias de compresión.
Para algunas personas, las medias de compresión pueden causar molestias, picazón, irritación de la piel o hinchazón.