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En los Estados Unidos, más de 8 millones de personas de 40 años o más padecen enfermedad arterial periférica o EAP. La EAP es causada por la aterosclerosis o acumulación de placa que reduce el flujo sanguíneo en las arterias periféricas, que son los vasos sanguíneos que transportan la sangre del corazón a otras partes del cuerpo. Este tema de salud se centra en el tipo más común de EAP, llamado "EAP de las extremidades inferiores", que reduce el flujo sanguíneo a las piernas y los pies.
Es posible que usted tenga EAP en las extremidades inferiores si siente dolor o debilidad muscular que comienza con la actividad física, como caminar, y se detiene minutos después de comenzar a descansar. Aproximadamente 1 de cada 4 personas que tienen EAP experimenta estos síntomas. Pero puede experimentar otros síntomas o ningún síntoma en absoluto. Si fuma o tiene la presión arterial alta u otro factor de riesgo para desarrollar EAP, incluso sin síntomas, pregúntele a su médico si necesita algún examen. Es importante tener en cuenta que, si tiene EAP en las extremidades inferiores, también puede tener acumulación de placa en otras arterias que van hacia y vienen desde su corazón y cerebro, lo que aumenta su riesgo de sufrir un derrame cerebral (en inglés) o un ataque al corazón.
El diagnóstico y el manejo tempranos de la EAP pueden permitir tratar sus síntomas y reducir su riesgo de complicaciones graves.
Explore este Tema de salud para obtener más información sobre la EAP, nuestro papel en la investigación y los ensayos clínicos y dónde encontrar más información.
La aterosclerosis es la principal causa de la EAP.
La acumulación de placa en las arterias se llama aterosclerosis. La aterosclerosis es una enfermedad en la que una sustancia cerosa llamada "placa" se acumula en el revestimiento interno de las arterias. La placa está formada por grasa, colesterol, tejido fibroso y calcio. En la EAP, la placa puede reducir o bloquear por completo el flujo de sangre rica en oxígeno que pasa a través de las arterias hacia los órganos vitales del cuerpo y las extremidades.
Este tema de salud se centra en la EAP de las piernas y los pies, pero otros tipos de EAP bloquean el flujo sanguíneo al cerebro, los riñones o los intestinos. Una persona puede tener aterosclerosis en una sola arteria o en varias.
Los científicos creen que la aterosclerosis puede comenzar con un daño en la pared interna de la arteria. El colesterol y los desechos celulares que viajan en la sangre pueden acumularse en el área dañada. Este video muestra cómo la acumulación de colesterol y otros desechos puede producir la acumulación de placa (aterosclerosis). La arteria se estrecha a medida que crece la placa, lo que reduce el flujo de sangre rica en oxígeno a las extremidades y los órganos. Con el tiempo, la placa puede romperse y fluir hacia el torrente sanguíneo. Esto puede provocar coágulos de sangre, que pueden bloquear el flujo sanguíneo. Si esto sucede, el tejido cercano no recibe suficiente oxígeno y puede morir. Medical Animation Copyright © 2020 Nucleus Medical Media Inc. All rights reserved.
Es posible que usted tenga un mayor riesgo de desarrollar EAP en las extremidades inferiores debido a su edad, su historial familiar y la genética, su estilo de vida, otras afecciones médicas, su raza, su etnia y su sexo. Los factores de riesgo de desarrollar EAP son, en su mayoría, los mismos que los de la enfermedad coronaria y la enfermedad de las arterias carótidas (en inglés), las cuales también son causadas por aterosclerosis.
Los factores de riesgo que puede cambiar para disminuir las posibilidades de desarrollar EAP incluyen fumar, niveles nocivos de colesterol en sangre, triglicéridos altos en sangre, presión arterial alta, sobrepeso y obesidad, y síndrome metabólico (en inglés).
Usted puede desarrollar EAP a cualquier edad, pero su riesgo aumenta a medida que envejece. La mayoría de las personas en los Estados Unidos que tienen EAP tienen 65 años o más.
En todo el mundo, el grupo de edad es más joven (de 45 a 49 años) en los países con ingresos más bajos, en comparación con los países de ingresos altos.
Un historial familiar de EAP, enfermedades cardíacas, derrame cerebral (en inglés), o enfermedades de los vasos sanguíneos, como algunos tipos de vasculitis (en inglés), aumentan su riesgo de padecer EAP. Los investigadores están estudiando las variaciones genéticas que parecen aumentar el riesgo de desarrollar EAP o que podrían empeorar la enfermedad.
En los estudios genéticos se ha descubierto que ciertas variaciones genéticas corresponden a diferentes tipos de enfermedades ateroscleróticas como la EAP, la enfermedad de las arterias carótidas y la enfermedad coronaria. Un ejemplo es la variación genética que está ligada al trastorno de factor V Leiden, que aumenta el riesgo de formación de coágulos de sangre.
Con el tiempo, los hábitos un estilo de vida poco saludable pueden provocar la acumulación de placa en las arterias de las piernas y la EAP. Estos factores de riesgo incluyen:
Algunas afecciones médicas que pueden aumentar su riesgo de desarrollar EAP incluyen las siguientes:
Las mujeres que han tenido preeclampsia o diabetes gestacional durante su embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar EAP más adelante en la vida.
Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de sufrir de EAP que las personas de otras razas o etnias. Los afroamericanos también son más propensos a tener complicaciones por la EAP, como problemas para caminar y pérdida de una extremidad.
Las mujeres indias americanas tienen un mayor riesgo de desarrollar EAP que las mujeres blancas o asiáticas americanas. Los hispanos, los latinos y los blancos tienen niveles de riesgo similares. Sin embargo, en las investigaciones del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) se descubrió que las tasas de EAP en las extremidades inferiores son más altas entre los adultos hispanos y latinos que tienen estilos de vida muy sedentarios, incluso sin ningún otro factor de riesgo.
Los hombres y las mujeres tienen un riesgo similar de desarrollar la EAP, pero la EAP afecta a hombres y mujeres de manera diferente.
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de que su EAP no provoque síntomas. Las mujeres también suelen tener más complicaciones por la EAP, como problemas para caminar.
Es posible que su médico le haga preguntas y examine sus piernas para detectar la EAP si usted tiene factores de riesgo. Para prevenir la EAP, su médico puede hablar con usted sobre algunos cambios de estilo de vida saludables para el corazón y el manejo de afecciones médicas que pueden provocar una EAP.
Como parte de la revisión de su historia médica, su médico puede preguntarle acerca de los factores de riesgo de la EAP, su historia médica, personal y familiar, y si tiene algún síntoma de EAP. Por ejemplo, su médico puede preguntarle si tiene dolor o calambres en las piernas cuando está en reposo o cuando hace ejercicio y si tiene algún problema con las piernas y los pies como hinchazón, entumecimiento o llagas que tardan en sanar.
Su médico también puede examinarle el pulso en las piernas y los pies, afecciones de la piel y reacciones al dolor, la temperatura y el tacto.
Para ayudarlo a prevenir la EAP, su médico puede hablar con usted sobre algunos cambios de estilo de vida saludables para el corazón y el manejo de condiciones que pueden provocar una EAP.
Los cambios en los hábitos de alimentación saludables para el corazón incluyen dejar de fumar, elegir un patrón de alimentación saludable para el corazón (como el plan de alimentación DASH) (en inglés), estar físicamente activo, tener como meta un peso saludable, y manejar el estrés.
Siga los consejos de su médico sobre la prevención y el tratamiento de afecciones que aumentan su riesgo de desarrollar EAP como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto en sangre.
Mire este video para conocer los pequeños pasos que puede seguir para dejar de fumar. Visite SmokeFree.gov para obtener recursos útiles.
Este video puede darle algunas ideas para aumentar su nivel de actividad física. Intente estar activo durante 30 minutos al día para proteger la salud de su corazón. Si no puede incorporar estos hábitos, ¡haga lo que pueda! Incluso 5 minutos de actividad física tienen beneficios reales para la salud.
Aproximadamente una de cada cuatro personas con EAP experimenta síntomas comunes de la EAP. Más de la mitad tiene síntomas atípicos y aproximadamente una de cada cinco personas que tienen EAP no reporta ningún síntoma. Sin embargo, todas comparten un alto riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Si no se recibe tratamiento, la EAP puede causar llagas, infecciones e incluso la pérdida de una extremidad.
Los signos y síntomas de la EAP pueden variar, pero pueden incluir los siguientes:
Visite Viviendo con para saber cómo puede ayudar a prevenir complicaciones.
La EAP puede provocar complicaciones, que incluyen las siguientes:
Las personas que fuman o tienen diabetes tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones por la EAP, como perder una extremidad. Disminuya su riesgo al dejar de fumar y al controlar su diabetes.
Conozca las señales de advertencia y los síntomas de complicaciones graves y sepa qué hacer.
Si tiene EAP, probablemente tenga acumulación de placa en las demás arterias, como las arterias del corazón y del cerebro. Con el tiempo, la acumulación de placa puede provocar enfermedad coronaria, ataque al corazón o derrame cerebral (en inglés). Si tiene EAP, hable con su médico sobre las formas de reducir el riesgo de sufrir de estas afecciones.
El médico puede diagnosticarle EAP con base en su historia médica, un examen físico y los resultados de pruebas y procedimientos.
Para poder diagnosticar la EAP, su médico le preguntara sus signos y síntomas, sus factores de riesgo y su historial de salud personal y familiar. Esta conversación puede incluir preguntas sobre lo siguiente:
Durante un examen para buscar signos de EAP, su médico realizará estos pasos:
Algunas afecciones, como la artritis o problemas con las venas, pueden causar dolor en las piernas, pero los síntomas son diferentes a los de la EAP. Al realizar un examen físico y conocer su historia médica, a menudo su médico puede descartar estas afecciones.
Sin embargo, los problemas nerviosos pueden causar dolor que puede confundirse con la EAP. A veces, se comprime un nervio en el punto en el que sale de la columna vertebral. El resultado es un dolor que se irradia o se propaga desde las caderas o los glúteos hasta la pierna.
Para confirmar que su dolor es el resultado de la EAP, es posible que su médico le pida que se ponga de pie o cambie de posición. Esos movimientos a menudo desencadenan dolor relacionado con los nervios. Por el contrario, el dolor de la EAP a menudo se produce al hacer ejercicio con las piernas y se alivia rápidamente con el reposo sin necesidad de cambiar de posición.
La prueba de índice tobillo-brazo (ITB) suele ser la primera prueba que se utiliza para diagnosticar la EAP. La prueba compara la presión arterial de su tobillo con la presión arterial de su brazo. Su médico usa un manguito de presión arterial y un dispositivo de ultrasundio para esta prueba indolora.
Un resultado de ITB saludable es de 1.00 o más. Si tiene un ITB inferior a 0.90 mientras descansa, es posible que tenga EAP. Un ITB inferior a 0.40 es un signo de EAP grave. Si existen problemas con las arterias de su tobillo, su médico puede realizar una prueba de índice dedo-brazo (IDB), que mide la presión arterial en el dedo gordo del pie. Un IDB menor que 0.70 es anormal. Este pendiente de su ITB, al igual que usted está pendiente de sus niveles de colesterol en sangre y lleva un registro.
Para diagnosticar la EAP, su médico también puede ordenar algunas de las siguientes pruebas y procedimientos:
El tratamiento depende de la gravedad de su EAP y de qué complicaciones puede desarrollar o ya puede tener. Se diseñará su plan de tratamiento para ayudarlo a alcanzar objetivos clave:
Para tratar la EAP, es posible que su médico recomiende cambios de estilo de vida saludables para el corazón, un programa de ejercicios, medicinas o un procedimiento para abrir o evitar obstrucciones en las arterias.
Es posible que su médico le recomiende que adopte cambios de estilo de vida saludables para el corazón de por vida, entre ellos, los siguientes:
A menudo, la actividad física funciona bien para aliviar los síntomas de la EAP y mejorar su capacidad para caminar y realizar las actividades diarias. La actividad física regular puede mejorar la circulación en sus piernas. El ejercicio puede reducir la inflamación y ayudar a que sus vasos sanguíneos funcionen mejor.
Es posible que su médico le recomiende un programa de ejercicio supervisado que se lleve a cabo en una clínica o en un hospital. El programa de ejercicios puede ser parte de un programa más completo de rehabilitación cardíaca.
Las reuniones de los programas de ejercicios para la EAP suelen realizarse al menos tres veces por semana y el programa dura entre 12 y 36 semanas. El tipo de ejercicio más común es caminar en una maquina caminadora. En otros programas se puede usar un dispositivo para ejercitar la parte superior del cuerpo. Hable con su médico sobre sus opciones de programas de ejercicio.
Es posible que su médico le recomiende un programa de ejercicios en el hogar con un entrenamiento similar a un programa de ejercicios supervisados en una clínica. Los programas basados en el hogar generalmente implican caminar al aire libre en lugar de hacerlo en una maquina caminadora. Su médico hablará con usted para ayudarlo a comprender cómo realizar el programa. Cada sesión de ejercicio dura entre 30 y 50 minutos. El objetivo es realizar al menos 30 minutos de caminata continua.
Los programas incluyen asesoría en salud o monitores de actividad. Algunos programas basados en el hogar incluyen chequeos regulares con un entrenador por teléfono. Hable con su médico regularmente sobre su progreso.
Su médico puede recetarle medicinas para tratar la EAP y prevenir sus complicaciones.
Si los cambios en el estilo de vida, el programa de ejercicios y las medicinas no funcionan lo suficientemente bien, su médico puede recomendarle un procedimiento médico o una cirugía.
La EAP es una afección médica de por vida. Una vez que ha recibido el diagnóstico de EAP, deberá visitar de forma periódica a un médico que se especialice en enfermedades vasculares (de los vasos sanguíneos). Deberá tomar medidas para prevenir complicaciones. A continuación, verá las señales de advertencia de una emergencia médica relacionada con la EAP.
Un equipo de profesionales de la salud puede ayudarlo a controlar la EAP y tratar cualquier complicación. Es posible que necesite consultar con especialistas en medicina vascular (para los vasos sanguíneos), con cardiólogos para tratar cualquier enfermedad cardíaca, con radiólogos para tomar imágenes, con cirujanos vasculares para que realicen procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo, con especialistas en enfermedades infecciosas para tratar las infecciones, con fisioterapeutas que definan su programa de ejercicios, con podólogos para el cuidado de sus pies y con nutricionistas que lo ayuden a planificar comidas saludables.
Es importante recibir atención médica periódicamente y tomar todas las medicinas, como lo prescribe su médico.
Haga un seguimiento con su médico de forma regular para controlar sus factores de riesgo, monitorear sus síntomas y revisar sus piernas y pies.
Los problemas de los pies son una complicación común de la EAP. Si desarrolla una ulcera en el pie, necesitará cuidados regulares para poder curarla y prevenir una infección.
Muchas personas que tienen EAP también tienen diabetes, lo que aumenta el riesgo de complicaciones que pueden terminar en una amputación, un tipo de cirugía para extirpar todo o parte de un pie o una pierna. La diabetes también puede causar problemas en los nervios, lo que dificulta la detección de una lesión en los pies.
Usted puede reducir el riesgo de desarrollar úlceras e infecciones en los pies si los cuida.
Ciertas afecciones durante el embarazo, como la preeclampsia (un trastorno de la hipertensión arterial) o la diabetes gestacional (nivel alto de azúcar en sangre durante el embarazo), pueden aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle EAP más adelante en la vida.
La EAP afecta a mujeres y hombres de manera diferente. Los síntomas de la EAP en las mujeres pueden ser peores que los de los hombres. Las mujeres que tienen EAP, a menudo no pueden caminar tan lejos o tan rápido como los hombres que tienen EAP. También informan una calidad de vida más baja que la de los hombres, quizás porque es más difícil caminar y participar en las actividades diarias. La depresión también es más común en mujeres que tienen EAP que en hombres que tienen EAP.
Las personas que tienen EAP tienen hábitos y otros factores, como el historial familiar, que hacen que sea más probable que desarrollen otras enfermedades relacionadas con la aterosclerosis, entre ellas, las siguientes:
Si tiene EAP con síntomas, su médico puede usar ultrasonido para detectar un aneurisma aórtico abdominal (en inglés).
Si tiene presión arterial alta, es importante que continúe su plan de tratamiento. Seguir su plan de tratamiento, hacer un seguimiento periódico y aprender a controlar su afección en casa son cuestiones importantes. Hágale saber a su médico si planea embarazarse. Estas indicaciones pueden ayudar a prevenir o retrasar las complicaciones que la hipertensión arterial podría causar.
Puede que su médico ajuste su plan de tratamiento para reducir o controlar su hipertensión arterial.
Si tiene diabetes, su médico le recomendará hacer cambios en su estilo de vida, lo que incluye un plan de alimentación especial y puede recetarle medicinas para controlar los niveles de azúcar en sangre. Si controla su diabetes con cuidado, puede reducir el riesgo de complicaciones.
Esté atento a cualquier ulcera en sus pies o piernas y llame a su médico si observa signos de una ulcera infectada, como enrojecimiento, hinchazón, dolor o pus, o si tiene fiebre o escalofríos. Para tratar las ulceras, su médico puede recetarle antibióticos, limpiar las ulceras, eliminar el tejido muerto con cirugía y aplicar medicinas y vendajes en la zona.
Si le han diagnosticado niveles altos de colesterol en sangre, es importante que continúe con su tratamiento. La atención médica de seguimiento depende de sus niveles de colesterol, su riesgo de presentar complicaciones como un ataque al corazón o un derrame cerebral, y su respuesta al tratamiento.
Vivir con la EAP puede causar miedo, ansiedad, depresión y estrés. Es posible que le preocupe tener problemas cardíacos o hacer cambios en el estilo de vida que son necesarios para su salud. Algunas personas se deprimen debido a problemas para caminar y para realizar sus actividades diarias. La EAP también puede generar preocupaciones sobre el riesgo de amputación.
Si reduce sus niveles de estrés y aprende habilidades para afrontarlo, es posible que pueda vivir más tiempo y mejorar su calidad de vida. Hable con su equipo médico sobre cómo se siente. Su médico puede recomendarle que tome medidas como las siguientes:
La EAP lo pone en alto riesgo de sufrir problemas de salud graves. Si cree que tiene síntomas de EAP, consulte con su médico. En el caso de las siguientes afecciones, llame al 9-1-1 de inmediato. Cada minuto cuenta.
Isquemia aguda de las extremidades
La isquemia aguda de las extremidades es una emergencia médica que debe tratarse rápidamente para evitar amputaciones u otros problemas graves. Busque ayuda médica de inmediato si:
Infección del torrente sanguíneo
Cuando las bacterias ingresan a la sangre a través de una ulcera infectada, pueden causar una infección del torrente sanguíneo. Los síntomas incluyen fiebre y escalofríos. Deben administrarse antibióticos intravenosos (IV) de inmediato en un hospital. Si no se trata a tiempo una infección de la sangre, o si el sistema inmunológico no puede controlar la infección, la respuesta inflamatorias del cuerpo puede provocar un shock séptico, insuficiencia de los órganos o incluso la muerte.
Infecciones óseas
Si desarrolla úlceras profundas sobre los huesos, corre el riesgo de contraer una infección ósea llamada osteomielitis (en inglés). Los síntomas incluyen dolor de huesos; sudoración excesiva; fiebre y escalofríos; hinchazón, enrojecimiento, dolor y calor en la zona de la infección; y una herida abierta que puede mostrar pus. El tratamiento incluye antibióticos, cirugía para extirpar el hueso infectado y procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo. Es posible que el tratamiento deba administrarse en un hospital.
Celulitis
La celulitis es una infección de la piel que puede extenderse a los tejidos profundos de la piel y a los músculos. Los síntomas incluyen calentura, hinchazón y sensibilidad en ciertas áreas de la piel. La celulitis también puede causar fiebre, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos y ampollas.
Su médico puede recetarle antibióticos para tomar por vía oral. Si la infección empeora o si usted se enferma gravemente, es posible que deba permanecer en el hospital para recibir tratamiento.
El NHLBI es parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., la agencia de investigación biomédica de la Nación que realiza importantes descubrimientos científicos para mejorar la salud y salvar vidas. Estamos comprometidos con el avance de la ciencia y la aplicación de descubrimientos en la práctica clínica para promover la prevención y el tratamiento de los trastornos cardíacos, pulmonares, sanguíneos y del sueño, que incluye la EAP. Aprenda sobre los esfuerzos actuales y futuros del NHLBI para mejorar la salud a través de la investigación y el descubrimiento científico.
Conozca las formas en que el NHLBI implementa la investigación actual para mejorar la salud de personas con EAP. La investigación en este tema es parte del compromiso más amplio del NHLBI para el avance en el descubrimiento científico de enfermedades vasculares y del corazón (enlace en inglés) y la realización de estudios de población y epidemiología (en inglés).
Obtenga información sobre las pioneras contribuciones a la investigación que hemos realizado a lo largo de los años y que han mejorado la atención clínica.
En apoyo de nuestra misión (en inglés), nos comprometemos a avanzar en parte en la investigación sobre la EAP de las siguientes maneras.
Aprenda sobre las interesantes áreas de investigación que el NHLBI está explorando sobre la EAP.
Para obtener más información acerca de los ensayos clínicos en el Centro Clínico de los NIH o para hablar con alguien acerca de un estudio que se adapte a sus necesidades, llame a la Oficina de Inscripción de Pacientes al 800-411-1222.
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Vea todos los ensayos en ClinicalTrials.gov.
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