Cómo funciona el sueño Su ciclo de sueño/vigilia
Muchos factores intervienen en la preparación del cuerpo para dormirse y despertarse. El cuerpo tiene varios relojes internos, llamados . Estos por lo general siguen un ritmo repetitivo de 24 horas, llamado ritmo circadiano. Ese ritmo afecta todas las células, tejidos y órganos del cuerpo y su funcionamiento. Vea más información en nuestro tema de salud Trastornos del ritmo circadiano (en inglés).
Su reloj corporal puede ser distinto del de otras personas
El ciclo circadiano natural de la mayoría de las personas dura un poco más de 24 horas. Algunas personas se despiertan temprano naturalmente y algunas se quedan despiertas hasta tarde naturalmente. Por ejemplo, es natural que muchos adolescentes prefieran acostarse más tarde y dormir hasta más tarde por la mañana que los adultos.
El ritmo y la sincronización de los relojes del cuerpo también disminuyen con la edad. Como parte del envejecimiento normal, se pierden neuronas, o células, del cerebro que promueven el sueño. Ciertas afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, también pueden acelerar la pérdida de neuronas. Eso lleva a que a los adultos de edad avanzada les cueste más mantenerse despiertos. Otros factores, como menos actividad física o menos tiempo al aire libre, también afectan los ritmos circadianos. En consecuencia, los adultos de edad avanzada duermen menos y se despiertan más temprano.
La necesidad de dormir del cuerpo
El cuerpo tiene una necesidad biológica de dormir, que aumenta cuando uno ha estado despierto durante mucho tiempo. Esto es controlado por la homeostasis, el proceso por el cual el cuerpo mantiene estables los sistemas, por ejemplo, la temperatura corporal interna.
Un compuesto llamado adenosina está relacionado con esa necesidad de dormir. Mientras estamos despiertos, el nivel de adenosina en el cerebro sigue aumentando. Los niveles en aumento marcan un cambio al sueño. La cafeína y determinados fármacos pueden interrumpir ese proceso al bloquear la adenosina.
Ciclo de luz y oscuridad
Si sigue un horario natural de días y noches, las señales de luz que recibe por los ojos le indican al cerebro que es de día. La zona del cerebro que recibe esas señales, llamada núcleo supraquiasmático, transmite las señales al resto del cuerpo a través del y del . Eso ayuda al reloj central del cuerpo a estar en sintonía con el día y la noche. La exposición a luz artificial interfiere con ese proceso.
El ciclo de luz y oscuridad influye en la forma en que el cerebro produce y libera una llamada melatonina. La melatonina llega a las células del cuerpo a través del torrente sanguíneo. La cantidad de melatonina presente en el torrente sanguíneo empieza a aumentar por la tarde noche y alcanza un pico temprano a la mañana. Se cree que la melatonina promueve el sueño. En caso de exposición a más luz, por ejemplo, al amanecer, el cuerpo libera otra hormona llamada cortisol. El cortisol prepara al cuerpo naturalmente para despertarse.
La exposición a luz artificial brillante bien entrada la tarde puede alterar ese proceso e impedir que el cerebro libere melatonina. Eso puede llevar a que le cueste más dormirse. Algunos ejemplos de luz artificial brillante son la luz de la pantalla del televisor, de un teléfono inteligente o, incluso, de un despertador muy brillante. Algunas personas usan filtros físicos o software para filtrar parte de la luz azul de esos dispositivos.
¿Qué pasa cuando el ciclo de sueño y vigilia se desincroniza?
Algunas personas tienen problemas con su ciclo de sueño y vigilia, lo que significa que el cerebro no los mantiene despiertos o no los hace dormir en los horarios apropiados. Estos son algunos ejemplos:
- Insomnio: Las personas que tienen insomnio tienen problemas para conciliar el sueño, para dormir o para las dos cosas. En consecuencia, es posible que duerman poco o que su sueño sea de mala calidad. Es posible que no se sientan descansados al despertarse.
- Narcolepsia (en inglés): Las narcolepsia provoca períodos de somnolencia extrema durante el día. El trastorno puede provocar debilidad muscular.
A veces, el reloj circadiano central no está bien ajustado a sus horarios de dormir. Estos son algunos ejemplos:
- Desfase horario (jet lag): A muchas personas les cuesta ajustar el sueño para adaptarse a una nueva zona horaria. Eso suele resolverse en unos días.
- Trastorno por turnos del trabajo: Las personas que trabajan de noche pueden tener dificultades para dormir de día.