Ventilador/apoyo respiratorio - ¿Cuáles son los riesgos de utilizar un ventilador? - ¿Cuáles son los riesgos de utilizar un ventilador?

Infecciones

Uno de los riesgos más graves y comunes de estar conectado a un ventilador es desarrollar neumonía (en inglés). El tubo de respiración dificulta el toser. Toser ayuda a despejar las vías respiratorias de gérmenes que pueden causar infecciones. El tubo de respiración que se coloca en las vías respiratorias puede permitir que las bacterias y los virus entren en los pulmones y, como resultado, provoquen neumonía.

La neumonía es una preocupación importante porque las personas que necesitan utilizar un ventilador suelen estar ya muy enfermas. La neumonía puede dificultar el tratamiento de su otra enfermedad o afección. Es posible que necesite antibióticos especiales, ya que las bacterias que causaron su neumonía podrían ser resistentes a los antibióticos estándar.

Otro riesgo de estar conectado a un ventilador es una infección de los senos paranasales. Este tipo de infección es más común en personas que tienen tubos endotraqueales. Las infecciones de los senos paranasales se tratan con antibióticos.

Otros riesgos

Utilizar un ventilador puede aumentar su riesgo de tener otros problemas, como los siguientes:

  • Atelectasia (en inglés), una afección en la que su pulmón o partes de este no se expanden completamente. Esto hace que los alvéolos colapsen y reduce la cantidad de oxígeno que llega a la sangre.
  • Coágulos de sangre y rotura de la piel. Si utiliza un ventilador, es posible que deba permanecer en la cama o usar una silla de ruedas. Permanecer en una posición durante periodos de tiempo prolongados puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre, heridas graves en la piel denominadas escaras e infecciones.
  • Acumulación de líquido en los alvéolos dentro de los pulmones, que generalmente están llenos de aire. A esto se denomina ‘edema pulmonar’.
  • Daño pulmonar. Introducir demasiado aire en los pulmones o ejercer demasiada presión puede dañarlos. Demasiado oxígeno también puede dañar sus pulmones. Los bebés conectados a un ventilador, especialmente los bebés prematuros, pueden tener un mayor riesgo de daño pulmonar debido al exceso de oxigenoterapia e infecciones pulmonares en la niñez y la edad adulta.
  • Debilidad muscular. El uso de un ventilador reduce el trabajo que tienen que hacer el diafragma y otros músculos respiratorios, por lo que pueden debilitarse. Esto puede ocasionar algunos problemas y retrasos a la hora de que se le retire la máquina.
  • Neumotórax (en inglés). Esta es una afección que se desarrolla cuando el aire sale de los pulmones y se filtra en el espacio entre los pulmones y la pared torácica y, a veces, en los músculos y tejidos de la pared torácica y el cuello. Esta filtración puede causar dolor y dificultad para respirar. Puede provocar el colapso de uno o ambos pulmones. El aire que ingresa al tórax también podría ejercer presión sobre su corazón, y esto podría dar lugar a una situación potencialmente mortal que requeriría la colocación inmediata de un tubo en su tórax para drenar el aire y disminuir la presión sobre su corazón.
  • Daño de las cuerdas vocales. El tubo de respiración puede dañar las cuerdas vocales, lo que podría afectar el paso del aire a los pulmones, especialmente en niños pequeños con vías respiratorias más pequeñas. Informe a su médico si experimenta una voz ronca o tiene problemas para hablar o respirar después de que le hayan quitado el tubo de respiración.