Neumonía - Factores de riesgo - Factores de riesgo

Es posible que el riesgo de desarrollar neumonía aumente debido a la edad, el medioambiente, los hábitos de vida y otras afecciones médicas.

Edad

La neumonía puede afectar a personas de todas las edades. Sin embargo, existen dos grupos de edad que tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía y de tener una neumonía más grave.

  • Bebés y niños de 2 años o menos porque su sistema inmune aún se está desarrollando. El riesgo es mayor para los bebés prematuros.
  • Adultos mayores de 65 años o más porque su sistema inmune suele debilitarse a medida que envejecen. Los adultos mayores también tienen más probabilidades de tener otras afecciones de salud crónicas (a largo plazo) que aumentan el riesgo de neumonía.

Los bebés, los niños y los adultos mayores que no reciben las vacunas recomendadas para prevenir la neumonía tienen un riesgo aún mayor.

Medioambiente o profesión

La mayoria de las personas desarrollan neumonía cuando contraen una infección de otra persona en su comunidad. La probabilidad de desarrollar neumonía es mayor si vive o pasaa mucho tiempo en un lugar lleno de gente, como un cuartel militar, una prisión, un refugio para personas sin hogar o un hogar de ancianos. 

El riesgo también es mayor si respira con frecuencia la contaminación del aire o los gases tóxicos.

Algunos gérmenes que causan neumonía pueden infectar a las aves y a otros animales. Es más probable que una persona esté en contacto con estos gérmenes si trabaja en un centro de procesamiento de pollo o de pavo, una tienda de mascotas o una clínica veterinaria.

Hábitos de estilo de vida

  • Fumar cigarrillos puede reducir la capacidad de eliminar la mucosidad de las vías respiratorias.
  • Consumir drogas o alcohol puede debilitar su sistema inmune. También es más probable que, por accidente, inhale saliva o vómito en la tráquea si está sedado o inconsciente a causa de una sobredosis.

Otras afecciones médicas

Puede tener un mayor riesgo de desarrollar neumonía si tiene alguna de las siguientes afecciones médicas.

  • Trastornos cerebrales como un derrame cerebral (en inglés), una lesión en la cabeza, demencia o enfermedad de Parkinson. Estas afecciones pueden afectar la capacidad para toser o tragar. Esto puede hacer que la comida, la bebida, el vómito o la saliva baje por la tráquea en lugar de por el esófago y llegue a los pulmones.
  • Afecciones que debilitan el sistema inmune como el embarazo, el VIH/SIDA o un trasplante de órganos o de médula ósea (en inglés). La quimioterapia, que se usa para tratar el cáncer y el uso prolongado de medicinas esteroides también pueden debilitar su sistema inmune.
  • Enfermedades críticas que requieren hospitalización. Recibir tratamiento en una unidad de cuidados intensivos de un hospital aumenta el riesgo de neumonía adquirida en el hospital. El riesgo aumenta si la persona no se puede mover mucho, si está sedada o inconsciente. El uso de un respirador (en inglés) aumenta el riesgo de un tipo de neumonía llamada neumonía asociada a la ventilación mecánica.
  • Enfermedades pulmonares como asma, bronquiectasia (en inglés), fibrosis quística (en inglés) o EPOC.
  • Otras afecciones graves como desnutrición, diabetes, insuficiencia cardíaca (en inglés), Anemia de células falciformes o enfermedad hepática o renal.