Presión arterial alta - Factores de riesgo - Factores de riesgo

Muchos factores aumentan el riesgo de tener presión arterial alta. Algunos de ellos, como los hábitos poco saludables, pueden cambiarse. Otros factores de riesgo, como el sexo, la edad, el historial familiar y genético, la raza y el origen étnico no pueden cambiarse. Un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de desarrollar presión arterial alta.

Edad

La presión arterial tiende a incrementarse con la edad. Nuestros vasos sanguíneos se engrosan y endurecen naturalmente con el paso del tiempo. Estos cambios incrementan el riesgo de presión arterial alta.

Sin embargo, el riesgo de tener presión arterial alta se está incrementando en niños y adolescentes, posiblemente debido al aumento de niños y adolescentes que viven con sobrepeso u obesidad.

Historial familiar y genético

La presión arterial alta suele ser hereditaria. Gran parte de lo que se sabe de los sistemas del cuerpo involucrados en la presión arterial alta proviene de los estudios genéticos. Muchos genes diferentes están asociados a un pequeño aumento en el riesgo de desarrollar presión arterial alta. Las investigaciones indican que ciertos cambios en el ADN a medida que un bebé  crece en el útero también pueden conducir a la presión arterial alta más adelante en la vida.

Algunas personas tienen gran sensibilidad a la sal en sus dietas. Esto también puede ser hereditario.

Hábitos del estilo de vida

Los hábitos del estilo de vida pueden incrementar el riesgo de presión arterial alta. Estos hábitos incluyen:

  • Comer alimentos poco saludables con frecuencia, especialmente aquellos con demasiado sodio y poco potasio. Algunas personas, incluidos los afroamericanos, los adultos mayores y las personas con enfermedad renal crónica, diabetes o síndrome metabólico son más sensibles a la sal en su dieta.
  • Beber demasiado alcohol o cafeína.
  • No hacer suficiente actividad física.
  • Fumar o consumir drogas ilegales como la cocaína, las "sales de baño" y la metanfetamina.
  • No dormir bien o suficiente.

Medicinas

Algunas medicinas recetadas y de venta libre pueden dificultar que su cuerpo controle la presión arterial. Las medicinas que pueden elevar la presión arterial incluyen antidepresivos, descongestivos (medicinas para aliviar la congestión nasal), píldoras anticonceptivas hormonales y fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina o el ibuprofeno.

Otras afecciones

Otras afecciones cambian la manera en la que su cuerpo controla los fluidos, el sodio y las hormonas en la sangre. Otras causas médicas de la presión arterial alta incluyen:

Raza u origen étnico

La presión arterial alta es más frecuente en adultos afroamericanos e hispanos que en adultos blancos o asiáticos. Al compararse con otros grupos étnicos o raciales, los afrodescendientes tienden a tener lecturas de presión arterial más altas y a sufrir de hipertensión en una edad más temprana. Experimentar discriminación se ha asociado con la presión arterial alta. Además, algunas medicinas para la presión arterial alta no funcionan tan bien en los afroamericanos.

Durante el embarazo, las mujeres afroamericanas tienen más probabilidades que las mujeres blancas de desarrollar preeclampsia. La preeclampsia es un trastorno del embarazo que causa presión arterial alta repentina y problemas con los riñones y el hígado.

Sexo

Los hombres son más propensos que las mujeres a desarrollar presión arterial alta a lo largo de la edad madura. Sin embargo, en los adultos mayores, las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar presión arterial alta.

Las mujeres que tienen presión arterial alta durante el embarazo son más propensas a tener presión arterial alta más adelante en la vida.

Factores sociales y económicos

Las investigaciones recientes han demostrado que factores como los ingresos, la educación, el lugar donde vive y el tipo de trabajo que tiene pueden contribuir al riesgo de desarrollar presión arterial alta. Por ejemplo, trabajar en turnos tempranos o tardíos puede aumentar el riesgo.

Experimentar peligro o haber sido lastimado en la niñez también se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.