Intervención coronaria percutánea - ¿Cuáles son los riesgos de la intervención coronaria percutánea? - ¿Cuáles son los riesgos de la intervención coronaria percutánea?

La intervención coronaria percutánea es un procedimiento médico común. Las complicaciones graves no son frecuentes. Sin embargo, pueden presentarse, independientemente de qué tan cuidadoso sea el médico o de lo bien que realice el procedimiento.

Entre las complicaciones de la intervención coronaria percutánea están las siguientes:

  • Molestias y sangrado en el lugar de inserción del catéter.
  • Daño de vasos sanguíneos debido a los catéteres.
  • Reacción alérgica al contraste que se usa durante la intervención.
  • Arritmia (alteración de los latidos del corazón).
  • Necesidad de realizar una derivación coronaria o bypass coronario de emergencia durante la intervención (esto sucede en menos del 3 por ciento de los pacientes). Puede presentarse si una arteria se obstruye más en vez de despejarse.
  • Daño a los riñones a causa del contraste que se usa durante la intervención.
  • Ataque cardíaco (lo sufren entre el 3 y el 5 por ciento de los pacientes).
  • Accidente cerebrovascular o ataque cerebral (sucede en menos del 1 por ciento de los pacientes).

A veces durante la intervención coronaria percutánea puede presentarse dolor en el pecho porque el globo impide temporalmente el flujo de sangre al corazón.

Como sucede con cualquier intervención que tenga que ver con el corazón, las complicaciones a veces pueden ser mortales. Sin embargo, esto es poco frecuente en la intervención coronaria percutánea. Menos de un 2 por ciento de las personas que se someten a este tipo de intervención mueren durante el procedimiento.

Hay mayor riesgo de que se presenten complicaciones en las personas:

  • Mayores de 65 años
  • Con enfermedad crónica de los riñones
  • Que presentan choque
  • Con enfermedad coronaria extensa y que tienen muchas obstrucciones en las arterias coronarias

En la actualidad se están realizando investigaciones para lograr que la intervención coronaria percutánea sea menos peligrosa y más eficaz, y para evitar que las arterias tratadas se vuelvan a estrechar.

Complicaciones de los stents

Reestenosis

Otro problema que puede presentarse después de la intervención coronaria percutánea es el crecimiento excesivo de tejido dentro de la sección de la arteria en que se hizo el tratamiento. Si esto sucede, la arteria puede volverse más angosta u obstruirse de nuevo, a menudo en los 6 meses siguientes a la intervención. Esta complicación se llama reestenosis.

Si durante la intervención coronaria percutánea no se ha insertado un stent (tubito de malla), un 30 por ciento de las personas pueden presentar reestenosis. Cuando se usa un stent, un 15 por ciento de las personas sufren reestenosis.

Reestenosis del stent

Stent Restenosis (Spanish)

La figura A muestra las arterias coronarias ubicadas en la superficie del corazón. La figura B muestra una arteria que se ha ensanchado con un stent y en la que el flujo de sangre es normal. El recuadro muestra un corte transversal de la arteria ensanchada con el stent. En la figura C se observa que con el tiempo, hay tejido que ha crecido dentro del stent y a su alrededor. Esta situación causa obstrucción parcial de la arteria y flujo anormal de la sangre. El recuadro muestra un corte transversal de la formación de tejido alrededor del stent.

Los stents recubiertos de medicamentos (stents liberadores de fármacos) reducen la formación de una cicatriz a su alrededor. Estos stents disminuyen aún más el riesgo de que se produzca una reestenosis. Cuando se usan estos stents, solo cerca del 10 por ciento de las personas sufre reestenosis.

Otros tratamientos, como la radiación, pueden impedir la formación de tejido en el interior del stent. Para este procedimiento se inserta un alambre a través de un catéter hasta el lugar en que está colocado el stent. El alambre libera una radiación capaz de detener cualquier crecimiento de tejido que pueda obstruir la arteria.

Coágulos de sangre

Algunos estudios parecen indicar que los stents liberadores de fármacos aumentan más el riesgo de que se formen coágulos que los stents de metal que no están recubiertos. Sin embargo, no hay pruebas sólidas de que estos stents aumenten las probabilidades de tener un ataque cardíaco o de morir si se usan de la manera recomendada. Los investigadores siguen estudiando los stents liberadores de fármacos.

Al tomar de la manera indicada los medicamentos que su médico le recetó, su riesgo de formar coágulos de sangre puede disminuir. Se aconseja que las personas con stents liberadores de fármacos tomen antiagregantes plaquetarios como el clopidogrel y la aspirina durante un año o más.

Como sucede con toda intervención, usted debe hablar con su médico sobre sus alternativas de tratamiento, y sobre los riesgos y las ventajas de cada una.