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El TEV ocurre en las venas que llevan sangre a su corazón. Puede producirse una trombosis venosa profunda si el flujo de sangre disminuye en las venas profundas de su cuerpo, si algo daña el revestimiento de los vasos sanguíneos, o si la composición de la sangre cambia promoviendo la formación de coágulos de sangre más fácilmente. Un EP consiste en un émbolo de un coágulo de sangre en una vena profunda que se desprende y viaja a los pulmones, y bloquea una arteria en el pulmón. Los coágulos de sangre pueden desarrollarse en venas dañadas por cirugía o trauma, o como resultado de una inflamación en respuesta a una infección o lesión.
Obtenga más información sobre cómo se forman los coágulos de sangre.
Los coágulos de sangre se forman naturalmente en los sitios de lesión para prevenir el sangrado. El daño a una vena provoca que ciertos factores en la sangre desencadenen la actividad de la enzima trombina. La trombina activa luego forma largas cadenas de proteínas que se agrupan con plaquetas y glóbulos rojos para formar coágulos.
Los factores de riesgo para el TEV incluyen una historia de un evento de TEV previo; cirugía; afecciones médicas tales como cáncer o lesión de la médula espinal; el embarazo; parálisis o largos períodos de inmovilización; genes; específicos y ciertas circunstancias relacionadas con la edad, la raza y el sexo. En la mayoría de los casos de TEV, hay más de un factor de riesgo involucrado. Cuantos más factores de riesgo tenga, mayores serán sus probabilidades de desarrollar TEV.
Lea La vida después para obtener información sobre el riesgo de repetir eventos de TEV.
La cirugía de reemplazo de rodilla y cadera, en particular, conlleva un alto riesgo de TEV, al igual que la cirugía de bypass de arteria coronaria (en inglés) y periférica, cirugía para remover cáncer, neurocirugía, cirugía abdominal y otras intervenciones quirúrgicas importantes. La coagulación es una de las formas naturales del cuerpo para sanar el daño a los vasos sanguíneos causado por la cirugía. Mientras usa yeso o se queda en la cama para sanar, la circulación venosa disminuye porque deja de moverse como de costumbre. Esta falta de movimiento aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
El riesgo de desarrollar TEV es más alto en los primeros tres meses después de la cirugía y disminuye con el tiempo. Pregúntele a su equipo médico sobre las estrategias de prevención si a usted le han programado una cirugía mayor.
Ciertas afecciones médicas pueden aumentar su riesgo de desarrollar una TVP. Algunas condiciones se relacionan más estrechamente con la TVP que otras e incluyen lo siguiente:
Las mujeres que toman píldoras anticonceptivas o que reciben terapia hormonal tienen un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Algunas medicinas parecen poner a las personas en mayor riesgo que otras medicinas, y el riesgo tiende a ser más alto en los primeros meses después de comenzar a tomarlas. Si tiene otros factores de riesgo además de tomar medicinas basadas en hormonas, tenga en cuenta que el riesgo de formación de coágulos sanguíneos puede ser aun mayor.
Las mujeres tienen un mayor riesgo de TEV durante las primeras seis semanas después de dar a luz a un bebé. El riesgo también es algo mayor de lo normal durante el embarazo. Esto puede deberse a hormonas u otros factores en la sangre, cambios en la forma en que la sangre fluye a través de sus venas o daños en los vasos sanguíneos durante el parto. Si se requiere reposo en cama durante el embarazo, la falta de movimiento puede reducir el flujo sanguíneo a través de sus venas. La cirugía para un parto por cesárea también puede aumentar su riesgo.
Estar quieto disminuye el flujo sanguíneo a través de las venas de los brazos y las piernas, lo que aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda. Especialmente cuando se combina con otros factores de riesgo, no moverse durante largos períodos de tiempo, como cuando está en reposo en la cama en un hogar de ancianos o en un hospital, cuando tiene un yeso o durante un vuelo largo, puede aumentar su riesgo. Un flujo sanguíneo más lento puede crear un ambiente con poco oxígeno que facilita la formación de coágulos o que la sangre se quede estancada en lugares tales como las venas de las piernas donde los coágulos tienen más dificultades para deshacerse.
El TEV puede ocurrir a cualquier edad, pero su riesgo aumenta a medida que envejece. Después de los 40 años, el riesgo de TEV casi se duplica cada 10 años.
Los factores hereditarios pueden afectar sus posibilidades de desarrollar TEV. Los investigadores han encontrado docenas de cambios genéticos que pueden aumentar su riesgo de TEV. Algunos cambios hacen que su sangre sea más propensa a coagularse. Si sus padres tienen estos cambios genéticos, es posible que los haya heredado. Los estudios muestran que el riesgo de TEV entre hermanos de alguien que ha tenido TEV es más del doble del riesgo en la población general.
El Factor V de Leiden es el factor de riesgo genético conocido más común para TEV. ¿Qué es Factor V de Leiden?
El Factor V de Leiden es un trastorno hereditario de la coagulación de la sangre causado por una mutación del Factor V, que es una proteína en la sangre necesaria para que la sangre coagule adecuadamente. Por lo general, la actividad del Factor V en la sangre disminuye cuando ya no se necesita la coagulación. Con Factor V de Leiden, ese declive ocurre mucho más lento de lo normal. Mientras tanto, la sangre continúa coagulándose. El patrón genético del Factor V de Leiden se encuentra en diferentes frecuencias en varios grupos étnicos y raciales.
Los estudios sugieren que la frecuencia y la gravedad del TEV pueden variar según la raza y el origen étnico de una persona. En los Estados Unidos, los afroamericanos tienen las tasas más altas de TEV. Los TEV son menos comunes entre los asiático americanos y los isleños del Pacífico. Hallazgos recientes han revelado nuevos factores genéticos que influyen en el riesgo de TEV de una persona, y que parecen ser más comunes entre los afroamericanos.
Las mujeres en edad fértil tienen más probabilidades de desarrollar TEV que los hombres de la misma edad. Después de la menopausia, el riesgo de las mujeres es menor que el de los hombres.
Actualmente no hay chequeos de rutina para el TEV. Si tiene ciertos factores de riesgo, como una cirugía reciente o una lesión importante, su médico puede comenzar con uno o más enfoques para ayudar a prevenir un primer evento de TEV.
Si se está preparando para ir al hospital para un procedimiento o tiene otros factores de riesgo de TEV, hable con su médico sobre un plan para prevenir la formación de coágulos de sangre. Los médicos pueden sugerir tres formas de ayudar a prevenir el TEV:
Su médico puede recomendar una combinación de estos tratamientos preventivos durante un mes o más después de la cirugía. Estos enfoques de prevención también pueden ser apropiados si ingresa al hospital por razones distintas a la cirugía, no puede moverse por un período prolongado, o tiene una afección que hace que sea más probable que se le coagule la sangre.
Los signos y síntomas del TEV no son los mismos para todos. A veces, el TEV no causa síntomas hasta que ocurren complicaciones graves. En otros casos, la trombosis venosa profunda causa hinchazón o malestar cerca del coágulo de sangre. La embolia pulmonar puede causar dolor en el pecho y dificultad para respirar. La embolia pulmonar puede ser una afección potencialmente mortal.
La trombosis venosa profunda puede causar lo siguiente alrededor del área de un coágulo de sangre:
Los signos y los síntomas de embolia pulmonar incluyen:
Los signos y los síntomas menos comunes de embolia pulmonar pueden incluir tos, con o sin sangre; sentimientos de ansiedad o temor; aturdimiento o desmayo; y sudoración.
Comuníquese con su médico de inmediato si sospecha que tiene signos o síntomas de TEV. La trombosis venosa profunda debe tomarse en serio, ya que puede conducir a una embolia pulmonar.
Las posibles complicaciones del TEV incluyen:
Su médico diagnosticará la trombosis venosa profunda con o sin embolia pulmonar según su historia médica, un examen físico y varios resultados de estudios de imágenes o de sangre. Su médico identificará sus factores de riesgo y descartará otras causas de sus síntomas.
Su médico le preguntará acerca de sus factores de riesgo y sus signos y síntomas de TEV. Su médico puede examinar su frecuencia cardíaca y el área afectada y preguntarle sobre su salud general, lo que incluye:
Para ayudar a diagnosticar el TEV, es posible que su médico deba realizar pruebas para determinar si otras afecciones médicas están causando sus síntomas. Otras pruebas incluyen:
No todos los que son diagnosticados con TEV necesitan tratamiento. En algunos casos, su médico detectará un coágulo y decidirá controlarlo en lugar de tratarlo de inmediato. Los médicos, generalmente, recomiendan medicinas para tratar el TEV, pero se puede usar un filtro de vena cava si no puede tomar la medicina.
Los anticoagulantes o los diluyentes sanguíneos, y los trombolíticos son medicinas comúnmente utilizadas para tratar el TEV.
En algunos casos, incluidas las emergencias, es posible que un médico tenga que realizar una extracción del trombo usando un catéter. Este procedimiento utiliza un tubo flexible para alcanzar un coágulo de sangre en el pulmón. El médico puede insertar una herramienta en el tubo para romper el coágulo, o administrar medicina a través del tubo. Por lo general, recibirá un medicina para dormirlo durante este procedimiento.
Algunas personas que no pueden tomar anticoagulantes pueden necesitar un filtro de vena cava para tratar su trombosis venosa profunda. El filtro se inserta dentro de una vena grande llamada vena cava. El filtro atrapa los coágulos de sangre antes de que viajen a los pulmones, lo que previene la embolia pulmonar. Sin embargo, el filtro no evita la formación de nuevos coágulos de sangre. Por lo general, no se recomienda un filtro si ha tomado anticoagulantes.
A medida que se recupere de su tratamiento a corto plazo para el TEV, tendrá que chequearse con su médico regularmente para controlar su afección y analizar si necesita seguir tomando anticoagulantes. También, querrá tomar medidas para prevenir un evento repetido de TEV y estar al tanto de posibles complicaciones a largo plazo. Consulte a un médico o acuda a la sala de emergencias si tiene algún signo de sangrado excesivo, lo cual puede ocurrir si la dosis de su medicina es demasiado alta.
Siga las instrucciones de su médico y programe citas regulares.
Para monitorear su condición, su médico puede recomendar las siguientes pruebas:
Cuando regrese a su hogar, su médico puede recomendarle cambios saludables en su estilo de vida para ayudarle a mejorar su recuperación.
Casi uno de cada tres pacientes que han tenido TEV experimentarán un nuevo evento de TEV en los próximos 10 años. Puede tomar un año o más para que los coágulos se rompan o se estabilicen y para que el flujo sanguíneo vuelva a la normalidad. Si fue tratado anteriormente con anticoagulantes y experimenta un nuevo evento de TEV, su médico puede recomendar que cambie la dosis de su medicina o que tome un tipo diferente de anticoagulante.
Para evitar un evento de TEV repetido:
Las medicinas que se usan para tratar el TEV pueden diluir demasiado la sangre o afectar la capacidad de coagulación del cuerpo después de una herida. Si toma una dosis de anticoagulante que es demasiado alta, esta podría causar hemorragia en el sistema digestivo o en el cerebro. Estos efectos secundarios pueden ser potencialmente mortales.
Los signos y los síntomas de hemorragia en el sistema digestivo incluyen:
Los signos y los síntomas de sangrado en el cerebro incluyen:
Una gran cantidad de sangrado después de una caída o lesión, o fácil aparición de moretones o sangrado, pueden significar que su sangre está demasiado diluida. El sangrado excesivo es un sangrado que no se detiene después de aplicar presión sobre una herida durante 10 minutos. Llame a su médico de inmediato si tiene alguno de estos signos. Si tiene una hemorragia grave, llame al 9-1-1.
El NHLBI es parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., la agencia de investigación biomédica de la Nación que realiza importantes descubrimientos científicos para mejorar la salud y salvar vidas. Estamos comprometidos con el avance de la ciencia y la aplicación de descubrimientos en la práctica clínica para promover la prevención y el tratamiento de los trastornos cardíacos, pulmonares, sanguíneos y del sueño, incluido el TEV. Aprenda sobre los esfuerzos actuales y futuros del NHLBI para mejorar la salud a través de la investigación y el descubrimiento científico.
Conozca las formas en que el NHLBI implementa la investigación actual para mejorar la salud de personas con TEV. La investigación sobre este tema es parte del compromiso más amplio del NHLBI para avanzar en los descubrimientos científicos en los trastornos sanguíneos y la seguridad de la sangre (en inglés).
Obtenga información sobre las pioneras contribuciones a la investigación que hemos realizado a lo largo de los años y que han mejorado la atención clínica.
En apoyo de nuestra misión (en inglés), nos comprometemos a avanzar la investigación sobre el TEV de las siguientes maneras:
Aprenda sobre las interesantes áreas de investigación que el NHLBI está explorando sobre el TEV.
Dirigimos o patrocinamos muchos estudios sobre tromboembolismo venoso, incluida la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar. Compruebe si usted o alguien que conoce es elegible para participar en nuestros ensayos clínicos.
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Vea todos los ensayos en ClinicalTrials.gov.
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