- Health Topics
- The Science
- Grants and Training
- News and Events
- About NHLBI
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC, es una enfermedad progresiva que causa dificultad para respirar. La palabra "progresiva" indica que la enfermedad empeora con el tiempo.
La EPOC puede causar tos (en inglés) con producción de grandes cantidades de una sustancia pegajosa llamada mucosidad, sibilancias, falta de aliento, presión en el pecho y otros síntomas.
La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar cigarrillos. La mayoría de las personas que sufren EPOC fuman o solían fumar. Sin embargo, hasta el 25 por ciento de las personas con EPOC nunca fumaron. La exposición a largo plazo a otros irritantes de los pulmones —como el aire contaminado, los vapores químicos o el polvo— también puede contribuir a la EPOC. Una alteración genética infrecuente llamada deficiencia de alfa-1-antitripsina (AAT) (en inglés) también puede causar la enfermedad.
Información general
Para entender la EPOC es bueno entender cómo funcionan los pulmones (en inglés). El aire que usted respira baja por la tráquea a unos tubos que van hacia los pulmones, llamados tubos bronquiales o vías respiratorias.
Dentro de los pulmones, los tubos bronquiales se ramifican muchas veces en miles de tubos más pequeños y delgados llamados bronquíolos. Estos tubos terminan en racimos de diminutos sacos de aire redondeados llamados alvéolos.
Por las paredes de los alvéolos pasan unos vasos sanguíneos pequeños llamados capilares. Cuando el aire llega a los alvéolos, el oxígeno pasa por las paredes de los alvéolos a la sangre de los capilares. Al mismo tiempo, un producto de desecho llamado dióxido de carbono (CO2) pasa de los capilares a los alvéolos. Este proceso, llamado intercambio gaseoso, trae oxígeno al cuerpo para las funciones vitales y elimina el CO2.
Las vías respiratorias y los alvéolos son elásticos. Cuando usted inhala o toma aire, cada alvéolo se llena de aire como si fuera un globo diminuto. Cuando exhala o deja salir el aire, los alvéolos se desinflan y el aire sale.
En la EPOC, la cantidad de aire que entra y sale por las vías respiratorias disminuye por una o más de las siguientes razones:
La figura A muestra la ubicación de los pulmones y las vías respiratorias en el cuerpo. En el recuadro se observa un corte transversal detallado de los bronquíolos y los alvéolos. La figura B muestra unos pulmones afectados por la EPOC. En el recuadro se observa un corte transversal detallado de los bronquíolos y las paredes alveolares que están lesionados por la enfermedad.
En los Estados Unidos el término EPOC abarca dos enfermedades principales: el enfisema y la bronquitis crónica. En el enfisema, las paredes que separan muchos de los alvéolos están lesionadas. Por esta razón, los alvéolos pierden su forma normal y se distienden. Este tipo de lesión también puede destruir las paredes de los alvéolos, lo cual da origen a que haya menos alvéolos y a que estos sean más grandes, en vez de muchos alvéolos diminutos. Si esto sucede, disminuye el intercambio gaseoso en los pulmones.
En la bronquitis crónica, la capa que cubre el interior de las vías respiratorias se mantiene constantemente irritada e inflamada y eso produce la hinchazón de esta capa. Dentro de las vías respiratorias se forman grandes cantidades de mucosidad, lo cual hace que sea difícil respirar.
La mayoría de las personas que tienen EPOC sufren enfisema y bronquitis crónica al mismo tiempo, pero la gravedad de cada afección varía según la persona. Por eso, el término general EPOC es más apropiado.
La EPOC es una causa importante de discapacidad y ocupa el cuarto lugar entre las causas de muerte en los Estados Unidos. En la actualidad, 16 millones de personas tienen un diagnóstico de EPOC. Es posible que muchas más personas tengan la enfermedad sin saberlo.
La EPOC aparece lentamente. Los síntomas a menudo empeoran con el tiempo y pueden limitar la capacidad de la persona para realizar sus actividades cotidianas. La EPOC grave puede impedirle realizar incluso las actividades elementales, como caminar, cocinar o encargarse de su cuidado personal.
Casi siempre la EPOC se diagnostica en personas de edad madura o avanzada. La enfermedad no es contagiosa, es decir que no se transmite de persona a persona.
Aún no existe cura para la EPOC y los médicos no saben cómo revertir el daño en los pulmones. Sin embargo, los tratamientos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a que se sienta mejor, permanezca más activo y retrase la progresión de la enfermedad.
Por lo general, la exposición prolongada a irritantes que lesionan los pulmones y las vías respiratorias es la causa de la EPOC.
En los Estados Unidos, el irritante más común que causa EPOC es el humo del cigarrillo. El humo de pipa, cigarro y otros tipos de tabaco también puede causar EPOC, si se respira el humo.
Respirar humo de segunda mano, que es humo de otros fumadores que está en aire, el aire contaminado por la polución, los vapores químicos o el polvo del medio ambiente o del sitio de trabajo también puede contribuir a la EPOC.
En raras ocasiones, una alteración genética llamada deficiencia de alfa-1-antitripsina (en inglés) podría desempeñar un papel importante en las causas de la EPOC. Las personas que sufren esta enfermedad tienen concentraciones bajas en sangre de alfa-1-antitripsina (AAT), una proteína que se produce en el hígado. Las concentraciones bajas de la proteína AAT pueden producir daño pulmonar y la EPOC si la persona está expuesta al humo o a otros irritantes pulmonares. Si una persona tiene deficiencia de alfa-1-antitripsina y además fuma, la EPOC puede empeorar muy rápidamente.
Algunas personas que sufren asma pueden presentar EPOC. El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que causa inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. Por lo general, el tratamiento puede revertir la inflamación y el estrechamiento que se dan en el asma.
El principal factor de riesgo de la EPOC es el hábito de fumar. Hasta un 75 por ciento de las personas que sufren EPOC fuman o solían fumar. Las personas que tienen antecedentes familiares de EPOC tienen más probabilidades de presentar esta enfermedad si fuman.
La exposición prolongada a otros irritantes pulmonares también es un factor de riesgo de la EPOC. Entre otros irritantes pulmonares se cuentan el aire contaminado y la presencia de vapores químicos, el polvo del medio ambiente o del sitio de trabajo, y el humo de segunda mano, que es el humo que está en el aire producido por personas que fuman.
La mayoría de las personas que sufren EPOC tienen por lo menos 40 años al inicio de los síntomas. Aunque es infrecuente, la EPOC también puede presentarse en personas menores de 40 años. Por ejemplo, esto puede ocurrir si una persona tiene un problema de salud que la predispone, como la alteración genética denominada deficiencia de alfa-1-antitripsina (en inglés).
Usted puede tomar medidas para prevenir la EPOC antes de que comience. Si usted ya tiene EPOC, puede tomar medidas para prevenir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad.
La mejor manera de prevenir la EPOC es no comenzar a fumar o dejar de fumar. La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar. Si fuma, pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarle a dejar el hábito.
Si tiene dificultades para dejar de fumar por su cuenta, contemple la posibilidad de inscribirse en un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar. Pídales a sus familiares y amigos que lo apoyen en sus esfuerzos para dejar el hábito.
Además, trate de evitar los irritantes pulmonares que puedan contribuir a la EPOC, como el aire contaminado, los vapores químicos, el polvo y el humo de segunda mano, que es humo de otros fumadores que está en el aire.
Si desea más información sobre cómo dejar de fumar, lea el artículo Tabaquismo y su corazón ( (en inglés) y Su guía para un corazón saludable (en inglés), del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Aunque estos recursos se centran en la salud del corazón, contienen información básica sobre cómo dejar de fumar. Para recibir ayuda y apoyo gratuitos para dejar de fumar, puede llamar a la línea de ayuda para dejar de fumar del Instituto Nacional del Cáncer al 1-877-44U-QUIT (1-877-448-7848).
Si tiene EPOC, el paso más importante que puede dar es dejar de fumar. Dejar el hábito puede contribuir a prevenir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad. Además, debería evitar la exposición a los irritantes pulmonares que se mencionaron anteriormente.
Cumpla con sus tratamientos para la EPOC exactamente como el médico se lo haya indicado. Estos tratamientos le ayudarán a respirar con más facilidad, a mantenerse más activo y a evitar o controlar los síntomas graves.
Pregúntele al médico si debe aplicarse las vacunas contra la gripe o influenza y la neumonía (en inglés), y cuándo debe hacerlo. Estas vacunas pueden disminuir sus probabilidades de contraer estas enfermedades, que representan un importante riesgo de salud para las personas con EPOC.
Al comienzo, es posible que la EPOC no cause síntomas o que estos sean leves. A medida que la enfermedad empeora, los síntomas se agravan. Los signo y síntoma comunes de la EPOC son:
Si usted tiene EPOC, es posible que le den resfriados u otras infecciones respiratorias, como gripe o influenza con frecuencia.
No todas las personas que presentan los síntomas descritos antes tienen EPOC. De forma similar, no todas las personas que tienen EPOC presentan estos síntomas. Algunos de los síntomas de la EPOC se parecen a los síntomas de otras enfermedades y problemas de salud. El médico puede determinar si usted tiene EPOC.
Si los síntomas son leves es posible que usted no los note o que adapte su estilo de vida para que le sea más fácil respirar. Por ejemplo, tal vez decida tomar el ascensor en vez de subir o bajar por las escaleras.
Con el tiempo los síntomas pueden volverse lo suficientemente intensos como para ir al médico. Por ejemplo, se puede quedar sin aliento cuando esté realizando un esfuerzo físico.
La intensidad de los síntomas dependerá del grado de daño pulmonar que tenga. Si sigue fumando, el daño ocurrirá más rápidamente que si deja de fumar.
La EPOC grave puede causar otros síntomas, como hinchazón de los tobillos, los pies o las piernas, pérdida de peso y disminución de la capacidad muscular.
Para algunos síntomas graves puede ser necesario recibir tratamiento en un hospital. Usted o, si no puede hacerlo, un familiar o amigo, debe buscar atención médica de emergencia si experimenta alguno de los siguientes:
El médico diagnostica la EPOC con base en los signos y síntomas, los antecedentes médicos y familiares, y los resultados de algunas pruebas.
Es posible que su médico le pregunte si fuma o si ha estado en contacto con irritantes pulmonares, como humo de segunda mano, aire contaminado, vapores químicos o polvo.
Si usted tiene tos (en inglés) permanente, dígale al médico desde cuándo la ha tenido, qué tanto tose y cuánta mucosidad expectora al toser. Cuéntele también si hay otras personas con EPOC en su familia.
El médico lo examinará y le auscultará el pecho con el estetoscopio en busca de sibilancias (silbidos o chillidos al respirar) o de otros ruidos anormales. Es posible que también le recomiende una o más pruebas para diagnosticar la EPOC.
Las pruebas de función pulmonar miden la cantidad de aire que usted puede inhalar y exhalar, la rapidez con que puede sacar el aire de los pulmones y qué tan bien los pulmones pasan el oxígeno a la sangre.
La prueba principal para diagnosticar la EPOC es la espirometría. También pueden realizarse otras pruebas de función pulmonar, como la determinación de la capacidad de difusión pulmonar. Lea Pruebas de función pulmonar (en inglés) para obtener más información.
En esta prueba indolora un técnico le pedirá que respire profundo y que sople luego con la mayor fuerza posible por un tubo que está conectado a un aparato pequeño. El aparato se llama espirómetro.
El espirómetro mide la cantidad de aire que usted exhala o saca de los pulmones y la rapidez con que lo hace.
El médico puede hacerle inhalar una medicina que despeja las vías respiratorias y luego pedirle que sople por el tubo de nuevo. Luego puede comparar los resultados que se obtuvieron antes y después de tomar la medicina.
La espirometría puede detectar la EPOC mucho antes de que se presenten síntomas. El médico también puede usar los resultados de esta prueba para averiguar qué tan grave es la EPOC que usted sufre y ayudarle a fijar las metas del tratamiento.
Los resultados de la prueba también pueden servir para saber si alguna otra enfermedad, como el asma o la insuficiencia cardíaca (en inglés), está causando sus síntomas.
Es posible que el médico le recomiende otras pruebas, como:
Hasta el momento, la EPOC no tiene cura. Sin embargo, los cambios en el estilo de vida y los tratamientos pueden lograr que usted se sienta mejor, permanezca más activo, y pueden retrasar la progresión de la enfermedad.
Los objetivos del tratamiento de la EPOC incluyen:
Es posible que el médico general le aconseje ir a un neumólogo para que éste colabore en el tratamiento. Este médico se especializa en el tratamiento de personas con trastornos pulmonares.
Dejar de fumar es el paso más importante que usted puede dar para tratar la EPOC. Hable con su médico sobre programas y productos que puedan ayudarle a dejar el hábito.
Si tiene dificultades para hacerlo por su cuenta, contemple la posibilidad de inscribirse en un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar. Pídales a sus familiares y amigos que lo apoyen en sus esfuerzos para dejar el hábito.
Además, evite el humo de segunda mano y los lugares en los que haya polvo, vapores químicos u otras sustancias tóxicas que pueda inhalar.
Si desea más información sobre cómo dejar de fumar, lea Tabaquismo y su corazón (en inglés), y Su guía para un corazón saludable (en inglés), del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Aunque estos recursos se centran en la salud del corazón, contienen información básica sobre cómo dejar de fumar. Para recibir ayuda y apoyo gratuitos para dejar de fumar, puede llamar a la línea de ayuda para dejar de fumar del Instituto Nacional del Cáncer al 1-877-44U-QUIT (1-877-448-7848).
Si usted tiene EPOC, especialmente las formas más graves, es posible que tenga dificultades para comer lo suficiente a causa de los síntomas, como falta de aliento y agotamiento. Si esto sucede, quizá no reciba todas las calorías y los nutrientes que necesita, lo cual puede empeorar los síntomas y elevar el riesgo de contraer infecciones.
Consulte con el médico sobre un plan de alimentación adecuado a sus necesidades nutricionales. Tal vez este le aconseje comer comidas más pequeñas y más frecuentes, descansar antes de comer y tomar vitaminas o suplementos nutricionales.
Pregúntele además qué tipo de actividades puede realizar sin peligro. Es posible que le cueste trabajo mantenerse activo debido a los síntomas. Sin embargo, la actividad física puede fortalecer los músculos que le ayudan a respirar y mejorar su bienestar general.
Los broncodilatadores relajan los músculos que rodean las vías respiratorias. Esto las abre y hace que sea más fácil respirar.
Según la gravedad de la EPOC, el médico puede recetarle broncodilatadores de acción inmediata o broncodilatadores de acción prolongada. Los de acción inmediata tienen un efecto que dura entre 4 y 6 horas y solo deben usarse cuando se necesiten. El efecto de los broncodilatadores de acción prolongada dura unas 12 horas o más y se usan diariamente
La mayoría de los broncodilatadores se toman mediante un dispositivo llamado inhalador. Este dispositivo permite que el medicamento llegue directamente a los pulmones. No todos los inhaladores se usan de la misma manera. Pídales a sus proveedores de atención médica que le muestren la manera correcta de usar el inhalador.
Si su EPOC es leve, es posible que el médico solo le recete un broncodilatador inhalable de acción inmediata. En este caso, usted usará el medicamento solamente cuando presente síntomas.
Si la EPOC es moderada o grave, el médico puede recetarle un tratamiento permanente con broncodilatadores de acción inmediata y prolongada.
Por lo general, el uso de esteroides inhalables por sí solos no es el tratamiento de preferencia. Si su EPOC es más grave o si sus síntomas se activan con frecuencia, el médico podría recetarle una combinación de medicamentos que incluyen un broncodilatador y un esteroide inhalable. Los esteroides ayudan a reducir la inflamación de las vías respiratorias.
El médico quizás le pida que use los esteroides inhalables con el broncodilatador por un período de prueba de entre 6 semanas y 3 meses para determinar si agregar el esteroide ayuda a aliviar sus problemas respiratorios.
La gripe o influenza puede causar problemas graves en las personas que tienen EPOC. La vacuna contra la gripe puede disminuir el riesgo de contraer la gripe. Hable con su médico para que reciba esta vacuna anualmente.
Esta vacuna reduce el riesgo de contraer neumonía (en inglés) por neumococo y de sufrir sus complicaciones. Las personas con EPOC corren más riesgo de sufrir neumonía que las que no tienen EPOC. Pregúntele al médico si debe ponerse esta vacuna.
La rehabilitación pulmonar (en inglés) es un amplio programa que ayuda a mejorar el bienestar de las personas que tienen problemas respiratorios crónicos.
La rehabilitación pulmonar puede incluir un programa de ejercicio, capacitación sobre el manejo de la enfermedad y asesoría psicológica y de nutrición. El programa tiene el objetivo de ayudarlo a permanecer más activo y a realizar sus actividades diarias.
El equipo de rehabilitación puede estar compuesto por médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas respiratorios, especialistas en ejercicio y nutricionistas. Estos profesionales de la salud contribuyen a la creación de un programa que se ajuste a sus necesidades.
Si usted tiene EPOC grave y concentraciones bajas de oxígeno en la sangre, la oxigenoterapia (en inglés) puede ayudarlo a respirar mejor. En este tratamiento se administra oxígeno mediante cánulas nasales o una mascarilla.
Es posible que usted necesite oxígeno adicional todo el tiempo o solo en ciertas ocasiones. Para algunas personas con EPOC grave, el uso de oxígeno adicional la mayor parte del día les permite:
La cirugía puede beneficiar a algunas personas que sufren EPOC. Por lo general, la cirugía es el último recurso para las personas que tienen síntomas graves y que no han mejorado con medicamento.
Las cirugías para personas con EPOC asociada principalmente con enfisema consisten en bullectomía y en cirugía de reducción de volumen pulmonar (LVRS, por su sigla en inglés). El trasplante de pulmón (en inglés) podría ser una alternativa para las personas que tienen EPOC muy grave.
Cuando las paredes de los alvéolos se destruyen, se forman espacios grandes llenos de aire llamados bullas. Estos espacios pueden volverse tan grandes que interfieren con la respiración. En la bullectomía los médicos extirpan una o más bullas grandes de los pulmones.
En la LVRS los cirujanos extraen los tejidos lesionados de los pulmones. Así los pulmones funcionan mejor. En pacientes cuidadosamente seleccionados, esta cirugía puede mejorar la respiración y la calidad de vida.
Durante un trasplante de pulmón, los médicos extraen el pulmón lesionado y lo reemplazan por un pulmón sano de un donante.
El trasplante de pulmón puede mejorar su función pulmonar y su calidad de vida. Sin embargo, el trasplante de pulmón implica muchos riesgos, entre ellos, infecciones y rechazo del pulmón trasplantado.
Si usted tiene EPOC muy grave, pregúntele a su médico si el trasplante de pulmón es una alternativa en su caso. Pídale que le hable de los beneficios y riesgos de este tipo de cirugía.
Por lo general, los síntomas de la EPOC empeoran lentamente con el tiempo. Sin embargo, también pueden agravarse repentinamente. Por ejemplo, un resfriado, una gripe o una infección pulmonar pueden empeorar los síntomas rápidamente. Es posible que le cueste mucho más trabajo respirar. También puede sentir presión en el pecho, aumento de la tos (en inglés), cambios en el color o la cantidad del esputo o expectoración y fiebre.
Llame al médico de inmediato si sus síntomas empeoran de repente. Tal vez este le recete antibióticos para tratar la infección y otros medicamentos, como broncodilatadores y esteroides inhalables, para que respire mejor.
Para algunos síntomas graves puede ser necesario recibir tratamiento en un hospital. Si desea más información, lea Signos y síntomas.
Hasta el momento, la EPOC no tiene cura. Sin embargo, usted puede tomar medidas para controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad:
Si fuma, deje de hacerlo. La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar. Hable con su médico sobre programas y productos que puedan ayudarle a dejar el hábito.
Si tiene dificultades para hacerlo por su cuenta, contemple la posibilidad de inscribirse en un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar. Pídales a sus familiares y amigos que lo apoyen en sus esfuerzos por dejar el hábito.
Si desea más información sobre cómo dejar de fumar, visite los temas de salud Tabaquismo y su corazón (en inglés) y Su guía para un corazón sano (en inglés), del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Aunque estos recursos se centran en la salud del corazón, contienen información básica sobre cómo dejar de fumar. Para recibir ayuda y apoyo gratuitos para dejar de fumar, puede llamar a la línea de ayuda para dejar de fumar del Instituto Nacional del Cáncer al 1-877-44U-QUIT (1-877-448-7848).
Además, trate de evitar los irritantes pulmonares que puedan contribuir a la EPOC, como el aire contaminado, los vapores químicos, el polvo y el humo de segunda mano, que es humo de otros fumadores que está en el aire.
No permita la presencia de estos irritantes en su casa. Si es necesario pintar su casa o fumigarla contra insectos, planee estas actividades para cuando pueda estar fuera de su casa por un tiempo.
Si es posible, mantenga las ventanas cerradas y quédese en la casa cuando afuera haya mucha contaminación ambiental o mucho polvo.
Si usted tiene EPOC, es importante que reciba atención médica continua. Use todas sus medicinas según le haya indicado el médico. No olvide obtener más medicinas antes de que se le acaben. Lleve a sus consultas de control una lista de todas las medicinas que esté usando.
Pregúntele al médico si debe aplicarse las vacunas contra la gripe y la neumonía (en inglés), y cuándo debe hacerlo. Pregúntele además acerca de otras enfermedades para las cuales usted podría tener un riesgo incrementado por sufrir EPOC, como enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y neumonía.
Usted puede hacer varias cosas para manejar la EPOC y sus síntomas. Por ejemplo:
Según la gravedad de su enfermedad, tal vez le convenga pedirles a sus familiares y amigos que le ayuden con las tareas cotidianas.
Si usted tiene EPOC, sepa cuándo y dónde debe buscar ayuda para sus síntomas. Debe recibir atención de urgencias si tiene síntomas graves, como dificultad para respirar o hablar. Si desea más información sobre los síntomas graves de la EPOC, lea Signos y síntomas.
Llame al médico si nota que sus síntomas están empeorando o si tiene signos de infección, por ejemplo, fiebre. Es posible que este le modifique o ajuste el tratamiento para aliviar y tratar los síntomas.
Tenga a mano los números de teléfono de su médico, del hospital y de una persona que pueda llevarlo a recibir atención médica en caso de urgencia. También debe tener a mano las indicaciones para llegar al consultorio del médico y al hospital, y una lista de todas las medicinas que toma.
Tener EPOC puede causar temor, ansiedad, depresión y estrés. Dígale a su equipo de profesionales de la salud cómo se siente. También podría ser útil hablar con un consejero profesional. Si está deprimido, tal vez el médico le recomiende tomar medicinas o hacerse otros tratamientos que puedan mejorar su calidad de vida.
Inscribirse en un grupo de apoyo para pacientes con EPOC puede servirle para adaptarse a vivir con esta enfermedad. Podrá ver cómo han lidiado con la situación otras personas que sufren los mismos síntomas. Pregúntele al médico si sabe de grupos locales de apoyo o averigüe en un centro médico de la zona.
El apoyo de familiares y amigos también puede aliviar el estrés y la ansiedad. Dígales a sus seres queridos cómo se siente y qué pueden hacer para ayudarlo.
El Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) guía o patrocina muchos estudios destinados a prevenir, diagnosticar, y tratar trastornos del corazón, los pulmones, la sangre, y el sueño.
Para obtener más información acerca de los ensayos clínicos en el Centro Clínico de los NIH o para hablar con alguien acerca de un estudio que se adapte a sus necesidades, llame a la Oficina de Inscripción de Pacientes al 800-411-1222.
Más información sobre participación en un ensayo clínico.
Vea todos los ensayos en ClinicalTrials.gov.
Visite Los niños y los estudios clínicos para escuchar a expertos, padres, y niños hablar sobre sus experiencias con la investigación clínica.
® COPD Learn More Breathe Better es una marca registrada del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.