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Un ataque cardíaco (o ataque al corazón) ocurre cuando se obstruye de repente el flujo de sangre rica en oxígeno que llega a una parte del músculo cardíaco y el corazón no puede obtener oxígeno. Si el flujo de sangre no se restablece rápidamente, esa parte del músculo cardíaco empieza a morir.
El tratamiento para el ataque cardíaco funciona mejor cuando se administra inmediatamente después de que se presentan los síntomas. Si usted piensa que usted u otra persona está teniendo un ataque cardíaco, llame de inmediato al 9-1-1, aun si no está seguro.
Casi siempre los ataques cardíacos se presentan como resultado de la enfermedad coronaria, que también se conoce como enfermedad de las arterias coronarias. En esta enfermedad, un material graso llamado placa se deposita dentro de las arterias coronarias, que son las arterias que suministran sangre rica en oxígeno al corazón.
Cuando la placa se deposita en las arterias se produce una afección llamada aterosclerosis. El depósito de placa ocurre en el transcurso de muchos años.
Con el tiempo, una zona de la placa se puede romper dentro de una arteria, haciendo que se forme un coágulo de sangre sobre la superficie de la placa. Si el coágulo crece lo suficiente, puede bloquear en su mayor parte o en su totalidad el flujo de sangre que pasa por la arteria.
Si el bloqueo no recibe tratamiento rápido, la parte del músculo cardíaco alimentada por la arteria comienza a morir. El tejido cardíaco sano es remplazado por una cicatriz. Es posible que la lesión del corazón no sea obvia o que cause problemas graves o de larga duración.
Una causa menos común del ataque cardíaco es un espasmo intenso (contracción) de una arteria coronaria. El espasmo interrumpe el flujo de sangre por la arteria. Pueden presentarse espasmos en arterias coronarias que no están afectadas por aterosclerosis.
Los ataques cardíacos se pueden asociar con problemas graves de salud o pueden provocar ese tipo de problemas. Entre esos problemas graves se encuentran la insuficiencia cardíaca y las arritmias que pueden ser mortales.
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo. Las arritmias son latidos irregulares del corazón. La fibrilación ventricular es una arritmia grave que puede causar la muerte si el paciente no recibe tratamiento rápidamente.
Reaccionar de inmediato a la primera señal de síntomas de un ataque cardíaco le puede salvar la vida y limitar el daño que sufrirá el corazón. El tratamiento actúa mejor cuando se inicia inmediatamente después de que se presentan los síntomas.
Los síntomas del ataque cardíaco comprenden:
Entre los síntomas pueden presentarse también dificultad para dormir, cansancio y falta de energía.
Si cree que usted o alguien más puede estar teniendo un ataque cardíaco, llame al 9-1-1 de inmediato. El tratamiento rápido le puede salvar la vida.
No conduzca al hospital ni deje que otra persona lo lleve en auto. Llame a una ambulancia para que el personal médico pueda iniciar, de camino al servicio de urgencias, el tratamiento que podría salvarle la vida. Tome una pastilla de nitroglicerina si su médico le ha recetado este tipo de tratamiento.
El ataque cardíaco ocurre si el flujo de sangre rica en oxígeno que llega a una sección del músculo cardíaco o músculo del corazón se bloquea de repente. La mayoría de los ataques cardíacos se presentan a consecuencia de la enfermedad coronaria.
La enfermedad coronaria consiste en el depósito de una sustancia grasa llamada placa en el interior de las arterias coronarias. Estas arterias llevan sangre rica en oxígeno al corazón.
Cuando la placa se deposita en las arterias, se produce una afección llamada aterosclerosis.
Con el tiempo, una zona de la placa se puede romper dentro de una arteria, haciendo que se forme un coágulo de sangre sobre la superficie de la placa. Si el coágulo crece lo suficiente, puede bloquear en su mayor parte o en su totalidad el flujo de sangre que pasa por la arteria.
Si el bloqueo no recibe tratamiento rápido, la parte del músculo cardíaco alimentada por la arteria comienza a morir. El tejido cardíaco sano es remplazado por una cicatriz. Es posible que la lesión del corazón no sea obvia o que cause problemas graves o de larga duración.
Una causa menos común del ataque cardíaco es un espasmo intenso (contracción) de una arteria coronaria. El espasmo interrumpe el flujo de sangre por la arteria. Pueden presentarse espasmos en arterias coronarias que no están afectadas por aterosclerosis.
No siempre se sabe con certeza qué causa el espasmo de una arteria coronaria, pero puede tener relación con:
Ciertos factores de riesgo hacen que sea más probable que usted sufra de enfermedad coronaria y tenga un ataque cardíaco. Usted puede controlar muchos de estos factores de riesgo.
Los principales factores de riesgo del ataque cardíaco que se pueden controlar son:
Algunos de estos factores de riesgo —como la obesidad, la presión arterial alta y el azúcar alto en la sangre— tienden a presentarse juntos. Esto se conoce como síndrome metabólico.
Si desea más información acerca de los factores de riesgo que forman parte del síndrome metabólico, consulte el artículo "Metabolic Syndrome" (en inglés solamente) en los Temas de salud del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por su sigla en inglés).
Los factores de riesgo del ataque cardíaco que no se pueden controlar son:
Reducir sus factores de riesgo para la enfermedad coronaria puede ayudarle a prevenir un ataque cardíaco. Usted puede tomar pasos para reducir el riesgo de tener un ataque cardíaco aun si ya tiene enfermedad coronaria. Estos pasos incluyen realizar cambios en el estilo de vida que sean saludables para el corazón y obtener atención médica con regularidad.
Un estilo de vida que sea saludable para el corazón puede ayudar a prevenir un ataque cardíaco. Éste puede incluir consumir una alimentación saludable para el corazón, hacer actividad física, dejar de fumar, controlar el estrés y mantener un peso saludable.
Tratar los problemas médicos que aumentan la probabilidad de un ataque cardíaco, también puede disminuir el riesgo de tener un ataque. Entre estos problemas se encuentran:
Asegúrese de tener un plan de acción de emergencia en caso de que usted o alguien en su familia tenga un ataque cardíaco. Esto es especialmente importante si tiene un alto riesgo de tener un ataque cardíaco o ya ha tenido uno.
Haga una lista que incluya los medicamentos que toma, los medicamentos que le causan alergia, el número telefónico de su proveedor de atención médica (durante y fuera de horas laborables) y la información de contacto de un amigo o familiar. Tenga la lista a la mano (puede utilizar esta tarjeta de bolsillo [disponible solo en inglés]) para que pueda compartirla en caso de una emergencia médica.
Hable con su médico acerca de los signos y síntomas de un ataque cardíaco, cuándo debe llamar al 9-1-1 y los pasos que puede tomar mientras espera que llegue la ayuda médica.
No todos los ataques cardíacos comienzan con el dolor repentino y abrumador del pecho que se muestra en la televisión o las películas. Por ejemplo, la tercera parte de los pacientes de un estudio que tuvieron ataques cardíacos no presentaron dolor en el pecho. Estos pacientes eran, por lo general, de edad avanzada, de sexo femenino o diabéticos.
Los signos y síntomas que indican un ataque cardíaco no son iguales en todas las personas. Muchos ataques cardíacos comienzan lentamente, con dolor o molestias leves. Algunas personas no tienen síntomas. Los ataques cardíacos que se presentan sin ningún síntoma o con síntomas muy leves se conocen como ataques cardíacos silenciosos o que no causan síntomas.
El síntoma más frecuente del ataque cardíaco consiste en dolor o molestias en el pecho. Esto abarca dolor o molestias nuevas o cambios en las características del dolor o las molestias existentes.
La mayoría de los ataques cardíacos se presentan con molestias en el centro o el lado izquierdo del pecho, que a menudo duran más de unos pocos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer. Las molestias pueden sentirse como presión incómoda, opresión, sensación de llenura o dolor. La sensación puede ser leve o intensa.
A veces el dolor de un ataque cardíaco se parece a la indigestión o a la acidez estomacal.
Los síntomas de angina pueden parecerse a los de un ataque cardíaco. La angina es un dolor en el pecho que se presenta en personas que tienen enfermedad coronaria, especialmente cuando realizan una actividad física. El dolor de la angina casi siempre dura solo unos minutos y desaparece al descansar.
El dolor o las molestias en el pecho que no desaparecen o cuyas características cambian (por ejemplo, que ocurren con más frecuencia o que se presentan durante el descanso) pueden ser un signo de un ataque cardíaco.
Todo dolor en el pecho debe ser evaluado por un médico.
Otros signos y síntomas de un ataque cardíaco consisten en la aparición de:
No todas las personas que tienen un ataque cardíaco tienen síntomas típicos. Si usted ya ha tenido un ataque cardíaco, es posible que no tenga los mismos síntomas la segunda vez. Sin embargo, algunas personas pueden tener una serie de síntomas que se repiten.
Cuantos más signos y síntomas tenga, más probable será que le esté dando un ataque cardíaco.
Los signos y síntomas de un ataque cardíaco pueden presentarse de repente, pero también pueden aparecer lentamente, desde horas, días e incluso semanas antes del ataque.
Conozca los signos de alerta del ataque cardíaco para que pueda buscar cuanto antes tratamiento para usted o para la persona que tenga el ataque. Cuanto más pronto obtenga ayuda de urgencias, menos daño sufrirá el corazón.
Llame al 9-1-1 de inmediato para solicitar ayuda si cree que usted o alguien más está teniendo un ataque cardíaco. También debe llamar a pedir ayuda si el dolor en el pecho no desaparece como sucede por lo general cuando toma la medicina que le recetaron para la angina.
No conduzca al hospital ni deje que otra persona lo lleve en auto. Llame a una ambulancia para que, de camino hacia el servicio de urgencias, el personal médico pueda iniciar el tratamiento que podría salvarle la vida.
El médico diagnosticará el ataque cardíaco con base en los signos y síntomas del paciente, sus antecedentes médicos personales y familiares, y los resultados de unas pruebas.
El electrocardiograma es una prueba sencilla e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica del corazón. La prueba muestra qué tan rápido late el corazón y con qué ritmo lo hace (uniforme o irregular). También registra la intensidad y la sincronización de los impulsos eléctricos a medida que pasan por cada parte del corazón.
El electrocardiograma puede mostrar signos de daños en el corazón a consecuencia de la enfermedad coronaria y puede revelar signos de un ataque cardíaco anterior o en curso.
Durante un ataque cardíaco las células del músculo cardíaco mueren y liberan proteínas en la sangre. Existen pruebas de sangre para medir la cantidad de estas proteínas en la sangre. La presencia de estas proteínas en la sangre en concentraciones superiores a las normales indica un ataque cardíaco.
Entre las pruebas de sangre que se usan con frecuencia están la troponina, la CK (creatinaquinasa), la CK-MB (fracción MB de la creatinaquinasa) y las pruebas de mioglobina sérica. A menudo las pruebas de sangre se repiten para ver los cambios de estas sustancias a través del tiempo.
La angiografía coronaria es una prueba en la que se usa un medio de contraste y rayos X especiales para mostrar el interior de las arterias coronarias. A menudo se realiza durante un ataque cardíaco para poder ubicar los bloqueos de las arterias coronarias.
El médico usa un procedimiento llamado cateterismo cardíaco para introducir el medio de contraste en las arterias coronarias.
Un tubo delgado y flexible llamado catéter se inserta en un vaso sanguíneo del brazo, la ingle (la parte superior del muslo) o el cuello. El tubo se hace avanzar hasta el interior de las arterias coronarias y el medio de contraste se libera en el torrente sanguíneo.
Mientras el medio de contraste fluye por las arterias coronarias se toman unas radiografías especiales. El medio de contraste le permite al médico estudiar el flujo de sangre que pasa por el corazón y los vasos sanguíneos.
Si el médico encuentra un bloqueo, puede recomendar un procedimiento llamado intervención coronaria percutánea, también conocido como angioplastia coronaria, para restablecer el flujo de sangre por la arteria bloqueada. A veces se pone dentro de la arteria una endoprótesis vascular (stent), que es un tubito de malla, para prevenir bloqueos después del procedimiento.
El tratamiento temprano para un ataque cardíaco puede prevenir o limitar el daño al músculo del corazón. Actuar rápidamente y llamar al 9-1-1 tan pronto ocurran los primeros síntomas de un ataque cardíaco, puede salvarle la vida. El personal de atención médica puede diagnosticarlo y empezar el tratamiento incluso antes de llegar al hospital.
Por lo general, ciertos tratamientos se inician de inmediato si se sospecha un ataque cardíaco, incluso antes de confirmar el diagnóstico. Estos tratamientos incluyen:
Una vez se confirma el diagnóstico o se tiene una fuerte sospecha de que está ocurriendo un ataque cardíaco, los médicos comienzan los tratamientos rápidamente para tratar de restablecer el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos que abastecen al corazón. Los dos tratamientos principales son medicamentos trombolíticos y la intervención coronaria percutánea, también conocida como angioplastia coronaria, un procedimiento que se usa para para ensanchar las arterias coronarias (es decir, las arterias del corazón) que están obstruidas.
Los medicamentos trombolíticos se usan para disolver coágulos de sangre que están bloqueando u obstruyendo las arterias coronarias. Para que funcionen de la mejor manera posible, estos medicamentos se deben dar en las horas siguientes al inicio de los síntomas de un ataque cardíaco. En condiciones ideales, se deben dar tan pronto sea posible.
La intervención coronaria percutánea es una intervención no quirúrgica que se realiza para abrir las arterias coronarias que están obstruidas o que se han vuelto más estrechas. Se introduce un tubito delgado y flexible (llamado catéter), que tiene un globo u otro dispositivo en la punta, en un vaso sanguíneo, por lo general, en la ingle (parte superior del muslo), y se lo hace avanzar hasta la arteria coronaria estrechada u obstruida. Una vez en el lugar de la obstrucción, se infla el globo que se encuentra en la punta del catéter para comprimir la placa y el coágulo asociado contra la pared de la arteria. Esto restablece el flujo de sangre a través de la arteria. Durante la intervención, el médico podría colocar dentro de la arteria un pequeño tubito de malla llamado stent o endoprótesis vascular. El stent ayuda a mantener el vaso sanguíneo abierto para prevenir que haya bloqueos u obstrucciones en la arteria meses o años después de la intervención.
Otros tratamientos para el ataque cardíaco incluyen:
Su médico puede recetarle uno o más de los siguientes medicamentos.
También le pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor y la ansiedad y para tratar las arritmias. Tome todos sus medicamentos regularmente, siguiendo las indicaciones de su médico. No cambie las dosis de su medicamento ni deje de tomar una dosis a menos que el médico se lo indique.
La cirugía de derivación cardíaca también puede utilizarse para tratar un ataque cardíaco. Durante una derivación cardíaca, un cirujano remueve una arteria o vena saludable del cuerpo. A continuación se conecta o injerta la arteria o vena de manera que se evita la sección obstruida de la arteria coronaria o se pasa alrededor de ella. La arteria o vena injertada crea un desvío alrededor de la parte obstruida de la arteria coronaria lo que resulta en una nueva ruta para el flujo de sangre hacia el músculo cardíaco.
Tomar estas medidas puede disminuir sus probabilidades de tener otro ataque cardíaco.
Su médico puede recomendarle la rehabilitación cardíaca para ayudarle a recuperarse de un ataque cardíaco y para ayudar a prevenir otro. Casi cualquier persona que haya tenido un ataque cardíaco puede beneficiarse de un programa de rehabilitación cardíaca. La rehabilitación cardíaca es un programa hecho bajo supervisión médica que puede ayudar a mejorar la salud y el bienestar de las personas que tienen problemas del corazón.
El equipo de rehabilitación cardíaca puede incluir médicos, enfermeras, especialistas en ejercicio, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, dietistas o nutricionistas y psicólogos u otros especialistas en salud mental.
La rehabilitación tiene dos partes:
Muchas personas sobreviven después de un ataque cardíaco y viven una vida activa y plena. Si usted recibe ayuda rápidamente, el tratamiento puede limitar el daño del músculo cardíaco. Un daño cardíaco menor aumenta las probabilidades de tener una mejor calidad de vida después del ataque cardíaco.
Después de un ataque cardíaco, usted necesitará tratamiento para la enfermedad coronaria con el fin de prevenir otro ataque. El médico le puede recomendar lo siguiente:
Si le cuesta trabajo conseguir sus medicinas o tomarlas, hable con el médico. No deje de tomar las medicinas que pueden ayudarle a prevenir otro ataque cardíaco.
Después de un ataque cardíaco, la mayoría de las personas que no tienen molestias o dolor en el pecho ni otros problemas pueden reanudar sin peligro sus actividades normales en unas pocas semanas. La mayoría puede comenzar a caminar inmediatamente.
La mayoría de los pacientes también pueden reanudar la actividad sexual al cabo de unas pocas semanas. Hable con su médico para determinar un plan que le permita reanudar sin peligro lo que acostumbra hacer.
Si las leyes del estado lo permiten, por lo general la mayoría de los pacientes pueden volver a conducir al cabo de una semana, si no tienen molestias o dolor en el pecho y si no hay otros problemas. Cada estado tiene reglas respecto a la conducción de vehículos después de una enfermedad grave. Las personas que tengan complicaciones no deberán conducir hasta que sus síntomas hayan permanecido estables unas cuantas semanas.
Después de un ataque cardíaco, muchas personas se preocupan pensando que les va a dar otro ataque. A veces se sienten deprimidas y tienen dificultades para adaptarse al nuevo estilo de vida.
Hable sobre cómo se siente con el equipo de profesionales de salud que lo atiende. También puede ser útil hablar con un consejero profesional. Si se siente muy deprimido, tal vez el médico le recomiende tomar medicinas o hacerse otros tratamientos que puedan mejorar su calidad de vida.
Integrarse a un grupo de apoyo para pacientes puede ayudarlo a adaptarse a la vida después de un ataque cardíaco. Podrá ver cómo han lidiado con la situación otras personas que sufren los mismos síntomas. Pregúntele al médico si sabe de grupos locales de apoyo o averigüe en un centro médico de la zona.
El apoyo de familiares y amigos también puede aliviar el estrés y la ansiedad. Dígales a sus seres queridos cómo se siente y qué pueden hacer para ayudarlo.
Una vez que usted haya tenido un ataque cardíaco, corre un mayor riesgo de sufrir otro. Es importante saber la diferencia entre la angina y el ataque cardíaco. La angina es el dolor en el pecho que se presenta en las personas que tienen enfermedad coronaria.
Por lo general, el dolor de la angina se presenta después de hacer ejercicio y desaparece en unos minutos, cuando la persona descansa o se toma las medicinas como se le indicó.
El dolor de un ataque cardíaco es casi siempre más intenso que el de la angina y no desaparece descansando ni tomando medicinas.
Si usted no sabe si el dolor que siente en el pecho es angina o un ataque cardíaco, llame al 9-1-1.
Los síntomas de un segundo ataque cardíaco quizá no sean los mismos que tuvo en el primer ataque. No corra riesgos si no está seguro. Llame siempre de inmediato al 9-1-1 si usted o alguien más presenta síntomas de un ataque cardíaco.
Desafortunadamente, la mayoría de las víctimas de un ataque cardíaco esperan 2 horas o más tras la aparición de los síntomas antes de buscar ayuda médica. Esta demora puede causar daños permanentes del corazón o provocar la muerte.
El Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) guía o patrocina muchos estudios destinados a prevenir, diagnosticar, y tratar trastornos del corazón, los pulmones, la sangre, y el sueño.
Más información sobre participación en un ensayo clínico.
Vea todos los ensayos en ClinicalTrials.gov.
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