Trastornos hemorrágicos Diagnóstico
Posiblemente el médico el médico pueda diagnosticar el trastorno hemorrágico, su gravedad y si es hereditario o adquirido en función de los síntomas, los factores de riesgo, los antecedentes médicos y familiares, el examen físico y los análisis de sangre.
Antecedentes médicos
Como ayuda para diagnosticar un trastorno hemorrágico, el médico podrá hacerle preguntas como las siguientes:
- ¿Notó la presencia de sangre en la orina o las heces?
- ¿Existen antecedentes en su familia de trastornos hemorrágicos, eventos de sangrado o coágulos sanguíneos?
- ¿Tiene antecedentes de aborto espontáneo o sangrado posparto?
- ¿Tiene síntomas de otras afecciones médicas asociadas a los trastornos hemorrágicos?
- ¿Cuánto tiempo duran los períodos menstruales y cuántas toallitas sanitarias o tampones usa por día durante el período menstrual?
- ¿Con qué frecuencia le aparecen moretones o tiene sangrados? ¿Cuánto duran los sangrados?
- ¿Qué medicamentos recetados o de venta libre, como aspirina, usa?
- ¿Le sangran con frecuencia las encías? ¿Tiene mucho sangrado después de los procedimientos odontológicos?
Examen físico
Su médico le hará un examen físico para buscar signos de un trastorno hemorrágico, como moretones o petequias. Posiblemente, el médico también busque signos de afecciones médicas que pueden causar trastornos hemorrágicos o signos de otras afecciones médicas que pueden causar síntomas similares. Según el motivo de su visita, el médico podrá buscar signos de complicaciones relacionadas al sangrado al analizar la presencia de tumefacción y registrar la presión arterial, la frecuencia respiratoria y la respiración.
Pruebas y procedimientos de diagnóstico
A fin de diagnosticar un trastorno hemorrágico y para saber si puede ser hereditario o adquirido, el médico posiblemente le solicite uno o más de los siguientes análisis.
- El hemograma completo (CBC) mide muchas partes diferentes de la sangre, como la cantidad de glóbulos rojos y plaquetas. Si la cantidad de plaquetas es demasiado baja, quizás tenga un trastorno plaquetario en lugar de un trastorno de los factores de la coagulación.
- La prueba de tiempo de tromboplastina parcial (TTP), también denominada TTP activada (TTPa), mide el tiempo que demora la sangre en coagular. Puede ayudar a determinar si hay determinados factores de coagulación afectados.
- La prueba de tiempo de protrombina (TP) es otra prueba que mide el tiempo que demora la sangre en coagular. Mide factores de coagulación que la prueba de TTP no mide.
- Una prueba de mezcla ayuda a determinar si el trastorno hemorrágico está causado por anticuerpos que bloquean la función de los factores de coagulación, como ocurre en los trastornos autoinmunes o en la hemofilia adquirida.
- La prueba del factor de von Willebrand (vWF) mide la cantidad de factor de von Willebrand, si el factor está funcionando correctamente o qué tipo de VWD tiene.
- Las pruebas de factores de coagulación, también llamada pruebas de factores o panel de coagulación, ayuda a determinar si faltan determinados factores de coagulación o si aparecen en concentraciones más bajas que las normales, lo que puede indicar el tipo y la gravedad del trastorno hemorrágico. Por ejemplo, si tiene concentraciones muy bajas de factor de coagulación VIII, es posible que tenga hemofilia A.
- La prueba de Bethesda analiza la presencia de anticuerpos contra el factor VIII o IX
- Las pruebas de actividad y antígeno del factor XIII analizan la deficiencia del factor XIII
- Las pruebas genéticas ayudan a determinar si genes particulares pueden ser los causantes del trastorno hemorrágico. El médico podrá referirlo a usted o a su hijo a un especialista en pruebas genéticas.
En algunos trastornos hemorrágicos, como la hemofilia, la prueba de factores de coagulación puede indicarle la gravedad del trastorno. A continuación se encuentran los resultados posibles de las pruebas para la hemofilia A:
- Hemofilia A grave: se detecta <1% de factor VIII
- Hemofilia A moderada: de 1% a 5% de las concentraciones normales de factor VIII
- Hemofilia A leve: de 6% a 30% de las concentraciones normales de factor VIII
En la hemofilia A, se mide la cantidad del factor VIII y se la compara con las cantidades normales. Si tiene hemofilia leve, tiene 30% o menos de las concentraciones de factor VIII que tendría una persona sin trastornos hemorrágicos. Si tiene hemofilia moderada, tiene menos del 6% de las concentraciones normales de factor VIII. Si tiene hemofilia grave, no tiene niveles detectables de factor VIII.
Pruebas para otras afecciones médicas
Dado que el sangrado puede estar causado por otras afecciones médicas, el médico podrá realizarle pruebas o procedimientos para investigar afecciones que pueden causar trastornos hemorrágicos adquiridos, como:
- Un análisis de sangre llamado panel hepático, para medir sustancias en la sangre que dependen de la función hepática
- Una prueba de anticoagulante lúpico, para buscar signos de lupus
- Una prueba de embarazo
- Procedimientos, como un examen pélvico, una prueba de Papanicolaou, una ecografía o una del recubrimiento del útero, para buscar signos de trastornos que pueden causar sangrado menstrual abundante
Detección prenatal
Según los factores de riesgo que tenga, el médico posiblemente le recomiende realizar estudios en el bebé durante el embarazo mediante la toma de muestras de las vellosidades coriónicas (CVS). Durante la CVS, el médico inserta un tubo delgado por la vagina hasta la placenta, donde se extrae una muestra de tejido mediante una suave aspiración. Esta prueba puede sugerirse entre las 9 y 11 semanas para buscar la presencia del gen de la hemofilia entre las mujeres que son portadoras conocidas de hemofilia, como ocurre con la hemofilia A o B. En una etapa más avanzada durante el embarazo, o después de que el bebé haya nacido, el médico puede realizarle un análisis de sangre del cordón umbilical.