Fibrosis pulmonar idiopática La vida con FPI

---

Si le han diagnosticado FPI, es importante que continúe con su plan de tratamiento. Consulte con su médico sobre la frecuencia con la que debe programar la atención de seguimiento y cómo monitorear y entender su afección para saber cuándo buscar ayuda médica. Es posible que necesite cambios en su estilo de vida y rehabilitación pulmonar para ayudarle a controlar la enfermedad.

Es importante saber que la progresión de la FPI es diferente para cada persona y no se puede predecir. La mejor manera de controlar su afección es con la ayuda de un equipo de atención médica que pueda ayudarle a mejorar su calidad de vida.

Las complicaciones de la FPI pueden incluir:

• Depresión y ansiedad
• Cáncer de pulmón
• Hipertensión pulmonar
• Insuficiencia respiratoria
• Problemas o trastornos del sueño

Los chequeos regulares con su médico pueden ser parte de su seguimiento y tratamiento. Informe a su médico si experimenta repentinamente un empeoramiento de los síntomas durante un período de días o semanas. Este evento se conoce como exacerbación. Algunas veces, un desencadenante u otro factor puede causarla, pero no suele haber una causa obvia. Las exacerbaciones de la FPI pueden ser potencialmente mortales y son más comunes en las etapas avanzadas de la FPI. Las personas que sufren una exacerbación de la FPI pueden tener episodios repetidos.

Si su afección empeora, puede beneficiarse de la oxigenoterapia permanente. Algunas personas que tienen FPI salen con oxígeno portátil.

Las personas que tienen FPI pueden además tener otras afecciones, por lo que es posible que deba consultar con varios médicos especializados en diferentes áreas de la atención médica.

Su médico puede utilizar las siguientes pruebas e intervenciones para monitorear su afección y para determinar si un trasplante de pulmón es recomendable.

• Una tomografía computarizada de tórax para ver si tiene cáncer de pulmón o para determinar cómo está respondiendo al tratamiento o si su afección está empeorando
• Pruebas de función hepática para monitorear los posibles efectos secundarios de los medicamentos
• Pruebas de la función pulmonar, que podría necesitar cada pocos meses

Es posible que deba adoptar cambios saludables en su estilo de vida para mejorar su estado general de salud y prevenir otras afecciones.

• Si fuma, deje de fumar. Además, trate de evitar otros irritantes pulmonares, como el polvo, los productos químicos y el humo de segunda mano. Vea Fumar y el corazón y Su guía para un corazón sano (en inglés) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Para recibir ayuda y apoyo gratuitos para dejar de fumar, puede llamar a la línea de ayuda para dejar de fumar del Instituto Nacional del Cáncer al 1-877-448-7848 (1-877-44U-QUIT).
• Haga actividad física con regularidad. La actividad física puede ayudarle a mantener la fuerza y la función pulmonar y a reducir el estrés. Ensaye hacer ejercicio moderado, como caminar o andar en bicicleta estática. Consulte con su médico sobre el uso de oxígeno mientras hace ejercicio.
• Trate de mantener un peso saludable.
• Adopte una dieta saludable para el corazón. Además, consumir comidas más pequeñas con más frecuencia puede aliviar la sensación de llenura, lo que puede dificultar la respiración.

Es posible que su médico le pida que haga estos cambios en su estilo de vida como parte de un programa de rehabilitación pulmonar.

Para prevenir las exacerbaciones, su médico puede pedirle que evite situaciones en las que le cueste más respirar, como en altitudes elevadas, o cuando la calidad del aire exterior sea mala debido al polvo o a la contaminación. Su médico puede tratar las exacerbaciones con medicamentos, como glucocorticoides o niveles elevados de oxígeno suplementario.