EPOC
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EPOC

EPOC Síntomas

Al principio, es posible que la EPOC no produzca síntomas o que solo cause síntomas leves. A medida que la enfermedad empeora, los síntomas suelen volverse más graves. A veces, un desencadenante como algo en el entorno o una infección en el cuerpo hace que los síntomas empeoren súbitamente, lo que se conoce como agudización o exacerbación.

Síntomas de la EPOC

La EPOC suele producir, entre otros, los siguientes síntomas:

  • Falta de aire, especialmente al realizar ejercicio físico: Es posible que sienta que respirar requiere más esfuerzo o que jadea para poder respirar.
  • Tos continua o tos productiva: La tos crónica (de larga duración) y la tos que produce mucha flema, a veces llamada tos de fumador, a menudo son el primer síntoma de EPOC.
  • Sibilancias: Se escuchan silbidos o chillidos cuando respira.
  • Sensación de opresión o pesadez en el pecho: Podría resultarle difícil respirar hondo o podría sentir dolor al respirar.
  • Fatiga: Podría sentir cansancio debido al suministro limitado de oxígeno que recibe su cuerpo.

No todas las personas que tienen estos síntomas tienen EPOC. De igual manera, no todas las personas con EPOC tienen estos síntomas. Algunos de los síntomas de la EPOC son similares a los síntomas de otras enfermedades o afecciones. Su proveedor de atención médica puede determinar si tiene EPOC. Es posible que, además de EPOC, también tenga afecciones adicionales que requieran su propio diagnóstico y tratamiento. Es muy común que las personas con EPOC tengan otras afecciones, incluidas enfermedades de corazón.

Si sus síntomas son leves, es posible que ajustar su estilo de vida le ayude a respirar mejor. Por ejemplo, podría tomar el elevador (o ascensor) en lugar de subir escaleras. Si tiene síntomas más graves, como falta de aire al realizar un esfuerzo físico, su proveedor de atención médica podría proporcionarle tratamiento avanzado.

La EPOC grave puede causar otros síntomas, como cansancio, falta de apetito, pérdida de peso y musculatura, ansiedad y depresión.

La EPOC debilita los pulmones, lo que dificulta que el cuerpo pueda combatir los resfríos o protegerse del humo o de la contaminación del aire.

Exacerbaciones de la EPOC

Ciertos desencadenantes, como olores, el aire frío o de mala calidad, los resfríos, la gripe o una infección en el pulmón, pueden dar lugar a un empeoramiento súbito de los síntomas, lo que se denomina agudización o exacerbación.

Durante una exacerbación, es posible que le resulte mucho más difícil respirar. También es posible que sienta opresión en el pecho, tosa más, note un cambio en el color del esputo (flema) o en la cantidad que produce y tenga fiebre.

Llame a su proveedor de atención médica de inmediato si sus síntomas empeoran súbitamente. Es posible que su proveedor le recete antibióticos para tratar una infección, junto con otros medicamentos, como broncodilatadores y esteroides (inhalados u orales), para ayudarle a respirar. Algunos síntomas graves podrían requerir tratamiento en un hospital.

La gravedad de una exacerbación depende de lo dañados que estén sus pulmones. Si sigue fumando, los daños se producirán más rápido que si deja de fumar. Tome medidas para estar saludable y ayudar a prevenir una exacerbación.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

No espere hasta que sus síntomas sean graves. Tan pronto como note que usted o un ser querido tiene síntomas de EPOC, concerte una cita para ver a un proveedor de atención médica. 

Una exacerbación puede requerir tratamiento en un hospital. Llame al 9-1-1 si usted o un familiar o amigo muestra cualquiera de las siguientes señales inusuales:

  • Tiene dificultad para recuperar el aliento o para hablar.
  • Sus labios o sus uñas se han vuelto azules o grises, lo que indica bajo nivel de oxígeno en sangre.
  • Las personas a su alrededor notan que no está mentalmente alerta.
  • Su corazón late muy rápido.
  • El tratamiento recomendado para sus síntomas no está funcionando.
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