Enfermedad de células falciformes
Enfermedad de células falciformes
Enfermedad de células falciformes Vivir con la enfermedad de células falciformes
Siga estos pasos para ayudar a aliviar los síntomas y ayudar a controlar su afección en el hogar.
Reciba un seguimiento de rutina
- Vea a su proveedor de atención médica con regularidad. La mayoría de las personas que tienen enfermedad de células falciformes deben ver a su proveedor de atención médica cada 3 a 12 meses, según su edad.
- Obtenga vacunas regularmente, inclusive una vacuna contra la influenza o la gripe cada año, y la vacuna contra el COVID-19. Su proveedor también podrá recomendar una segunda vacunación antineumocócica (PPSV23), además de la vacuna antineumocócica (PCV13) que todos los niños reciben como parte de sus vacunas regulares. Esta segunda vacuna se administra después de los 24 meses de edad y nuevamente 5 años después. Los adultos que tienen enfermedad de células falciformes y no han recibido ninguna vacuna antineumocócica deben recibir una dosis de la vacuna PCV13. Posteriormente deben recibir la PPSV23 si aún no la recibieron o si pasaron más de 5 años desde que lo hicieron. Siga estas pautas incluso si usted o su hijo todavía están tomando penicilina.
Aprenda qué hacer en una crisis de dolor
- Cuando una crisis aguda apenas comienza, beba mucho líquido y tome un analgésico antiinflamatorio no esteroideo (AINE), como ibuprofeno. Si tiene problemas renales, a menudo se prefiere el paracetamol.
- Si no puede manejar el dolor en casa, vaya a un hospital de día/unidad de pacientes ambulatorios para la enfermedad de células falciformes o a una sala de emergencias para recibir medicamentos adicionales más potentes y líquidos por vía intravenosa (i.v.). Es posible que deba ser admitido en el hospital para controlar por completo una crisis de dolor agudo. Es posible que pueda regresar a casa una vez que su dolor esté mejor controlado.
Adopte un estilo de vida saludable
Prevenga problemas a lo largo de su vida o la de su hijo
- Evite situaciones que puedan desencadenar una crisis. El calor o el frío extremos, así como los cambios bruscos de temperatura, suelen ser desencadenantes. Cuando vaya a nadar, métase lentamente en el agua en lugar de saltar directamente.
- No viaje en una cabina de avión que no esté presurizada.
- Si experimenta priapismo (erección prolongada y dolorosa), es posible que pueda aliviar sus síntomas haciendo ejercicio ligero, vaciando la vejiga al orinar, bebiendo más líquidos y tomando los medicamentos recomendados por su proveedor de atención médica.
- Si su hijo asiste a la guardería, al preescolar o a la escuela, hable con su maestro sobre la enfermedad. Los maestros necesitan saber qué observar y cómo realizar acomodaciones para su hijo.
- Aprenda a palpar o sentir el bazo de su hijo. Debido al riesgo de crisis de secuestro esplénico, los cuidadores deben aprender a palpar el bazo de un niño. Deben tratar de palpar el bazo todos los días y más a menudo cuando el niño está enfermo. Si el bazo se siente más grande de lo normal, deben llamar al proveedor de atención.
- Cuide la salud mental Hable con sus familiares y amigos sobre cómo se siente. Hable con su proveedor si tiene sentimientos de depresión o ansiedad. El asesoramiento de apoyo y, a veces, los medicamentos antidepresivos pueden ayudar.
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